HAY QUE ESTAR MUY ATENTOS ANTE LO QUE SE VIENE ENCIMA

Podemos decir que la implantación prevista para este curso de la Escuela TIC 2.0, en lo que se refiere a infraestructuras ha comenzado lentamente, pero de forma inexorable. Está empezando a llegar el acceso wifi a los Centros de manera parsimoniosa. Se ha hecho una presentación del Plan por todas las provincias, con formato de «jornada de formación» que ha servido para abrir expectativas sin concreción real de lo que viene de forma más o menos inmediata, pero con la seguridad de que va estar en los centros en las próximas semanas o meses.

Pero dentro de esa puesta en marcha hay un aspecto que puede ser más relevante que ningún otro, puesto que puede determinar de forma definitiva el curso de la implantación del Programa Escuela TIC 2.0; me refiero al proceso de experimentación previsto en 80 Centros andaluces de los libros digitales.

El pasado verano a través de varios medios de comunicación recogidos en un post muy revelador por Luis Miguel Iglesias en su blog de matematicas empezamos a conocer la intención de la Consejería de Educación de poner en marcha esa experimentación. Cuando leíamos aquello, pareció que era un proceso imparable, máxime cuando en el propio mes de agosto se había sacado a debate una modificación de la Orden que regula los libros de texto, mediante la cual se posibilitaba el formato digital. Ya criticamos esa situación por su «veranicidad», término inexistente en el diccionario de la RAE, pero que debido al uso abusivo de la fórmula de publicación por parte de los gobiernos en su disposiciones oficiales, será admitido de forma inmediata por la Academia de la Lengua.

Pues bueno la situación ha cambiado de forma importante; en primer lugar, al día de hoy no se han encontrado los 80 centros que estén dispuestos a experimentar la puesta en marcha de los libros digitales, que ya supone un obstáculo, no insalvable, pero demostrativo de cómo está el patio. En segundo lugar, los libros digitales que las editoriales están ofreciendo no tienen un mínimo de calidad, que no vayan más allá de la conversión a textos pdf de los ya conocidos libros de texto; las aportaciones TIC 2.0 que hacen a la enseñanza son muy escasas o inexistentes y, en algunos casos, por muy por debajo, del trabajo que el profesorado de nuestra comunidad viene desarrollando de forma voluntarista y no reconocida a través de la ya importante experiencia en el uso y abuso de las tecnologías.

No obstante la presión comercial de las editoriales es brutal y están muy preocupadas por la falta de una oferta real en este tipo de materiales. La administración no se encuentra en una situación fácil ya que se ha comprometido con esta experimentación y, sin embargo, hay poco resquicio para llegar a acuerdos satisfactorios. Estamos pues, en un momento clave del desarrollo de un programa que se juega su futuro real y, sobre todo, que no se convierta una vez más en un proyecto lleno de cacharros y vacio de innovación y cambios. No se puede sostener ya de ninguna manera y es un clamor, que la mera incorporación de los medios tecnológicos ya suponen un cambio sustancial para la mejora de los procesos de eneseñanza-aprendizaje.

Es por todo ello que, en mi opinión, la administración educativa debería ser menos hiperactiva y más reflexionadora y abrir un proceso, debidamente respaldado en personal y económicamente, para que de las magníficas experiencias que el profesorado de manera voluntarista ha desarrollado, se extraigan y se desarrolle materiales curriculares que potencien el cambio metodológico necesario y que facilite, a través de la red, la llegada a la totalidad de los Centros y si ello, en un proceso de implantación progresiva y evaluado funciona adecuadamente, suponga una auténtica gratuidad de los materiales escolares. No parece lógico que se estén empleando, en términos reales el pasado curso, más de 50 millones de euros para la puesta en marcha de este programa y que ahora mismo nos encontremos a los pies de los caballos de las editoriales en una operación tan demagógica como la de la gratuidad de los libros de textos.

Existen bastantes experiencias de elaboración de materiales a lo largo de los últimos años para que se pueda articular un buen desarrollo de este trabajo que contribuirá a esa mejor respuesta que el Sistema Educativo debe dar a la población para conseguir esa dualidad de la calidad de la enseñanza, basada en la excelencia y la equidad.

Hay ya muchas opiniones expresadas al respecto que deben ser tenidas en cuenta; una buena recopilación está aquí.