En Internet la patrimonialización ya no está en manos exlusivamente de las instituciones, los usuarios de herramientas como la Wikipedia, Flickr, Youtube o Panoramio ponemos todos los dÃas en valor incontables activos culturales y naturales. Un nuevo orden de cosas que bien merece un nombre…
Podemos entender como patrimonialización tanto la restauración de una catedral como su señalización. Incluso el simple gesto de extender el dedo Ãndice hacia unas gárgolas para que nuestro acompañante se fije, también lo es.
El patrimonio es algo arbitrario, se trata de una convención social. De ahà que podamos patrimonializar algo que, hasta un momento dado, no es considerado como tal. Por lo tanto cobra sentido en su carácter dinámico. Es decir, cuando decidimos qué es y qué no es patrimonio.
Como indica Llorenç Prats(1):
Para llegar a ser patrimonio, los bienes culturales deben ser seleccionados en relación con alguna forma de interpretar y representar una determinada identidad y deben ser activados desde alguna instancia de poder.
Como sabemos, Internet ha convertido al usuario en el rey de las comunicaciones. En un tema tan relevante como el patrimonio cultural estamos acostumbrados a que sean las instituciones públicas las encargadas de tutelar este proceso. Pero las nuevas dinámicas bautizadas como 2.0, en las que todos somos los creadores de contenidos, dan lugar a nuevos procesos de patrimonialización y puesta en valor de activos.
Patrimonio es la Catedral de Santiago y también algo tan efÃmero como una puesta de sol, algo tan natural como un glaciar, o algo tan inmaterial como un sonido. En este mismo caso, pongo links a la Wikipedia, Flickr, Panoramio y Escoitar.org para ampliar esta información. Y es que estas herramientas son potenciales creadoras de patrimonio y logran que cualquier persona pueda poner en valor cualquier aspecto de un territorio que considere relevante.
La capacidad de estas herramientas para llegar al gran público es generalmente mayor que la de webs institucionales. Aunque es importante que se distingan las comunicaciones oficiales en estos temas. La institución, como marca o identidad digital, deberÃa ir más allá de su propio sitio para conversar a través de redes sociales y portales 2.0 como los citados, porque ahà es donde están los interesados.
Si el turismo 2.0 ya es una realidad y es la base del éxito de infinitos proyectos de Internet, recientes colaboraciones del Museo del Prado o La Biblioteca Nacional con Google Earth y Google Books, son una muestra de una nueva tendencia en el sector cultural. Aunque es sólo un inicio, apoyarse en plataformas comunes es el mejor camino para lograr una buena presencia en la red. Por supuesto, no debemos olvidar que, aunque los usuarios pueden valorizar el patrimonio (y esto es algo extraordinario), son las instituciones públicas las responsables de hacerlo o apoyarlo.
Ver Patrimonio cultural de Vigo en un mapa más grande
Sobre estas lÃneas un extraordinario ejemplo de un mapa virtual de patrimonio creado por Xosé Counhago mediante Google Maps.
(1) Prats, Llorenç (1997) AntropologÃa y Patrimonio, Barcelona, Ariel.
siempre hemos pensado que lo que hacemos tiene el mismo valor que muchas de las cosas que son llamadas «patrimonio».
Cuando hicimos el clip «Finis Gloriae Mundi» lo hicimos motivados por la belleza singular de un cementerio, intentamos explotar el patrimonio, neo-patrimonio, pués entre las lápidas habÃa una que tenÃa forma de computer de mesa.
Con el respeto al patrimonio quisimos construir nuestra pieza audiovisual, que why not podÃa ser también patrimonio, ya que pretendÃamos interpretar y representar una determinada identidad, una determinada forma de entender la muerte. Viendo el computer, pues ya no pensabamos en el luto, ni en llorar delante de la lápida, pensabamos en una visión más agradable y simpática de la muerte.
OK, hecho el video lo subimos a Youtube (2.0) la gente del pueblo lo vió, a muchos les pareció genial como hablabamos de la muerte, y se alegraron de q lo hiciesemos en el cementerio donde estaba enterrada su familia.
Pero otros (una minorÃa politizada) fue a por nosotros, con la ley pordelante, nos llevaron a juicio, por profanación. Y fue el Estado
(instituciones públicas) el que nos criminalizó, con una buena multaca y el historial de profanadores.
jejejej y nosotros pensando que hacÃamos patrimonio…..
buen post, si señor. Te lanzo algunas dudas un poco a la virulé a ver si lo podemos estirar 😉
1. ¿por qué renovar el concepto patrimonio?. Al fin y al cabo no es algo natural, sino que nace de la necesidad polÃtica de constituir la identidad y cultural especÃfica de un contexto (normalmente, un estado, pueblo , nación). Tiene su genealogÃa y sus connotaciones. Hay tratados de la Unesco que reglan lo que es y lo que no es patrimonio, es un término que conlleva una carga identitaria, a mi entender, rancia y arcaica. Prefiero que los conceptos se adapten a las realidades, más que las realidades se adapten a los conceptos. De lo contrario, nos atrapamos en un registro tradicional que no describe las peculiaridades de lo actual. Igual es preferible dejar atrás ese concepto, hasta que sea percibido como algo del pasado.
2. Superado ese primer punto, prefiero que el sr.estado gestione el patrimonio antes que 4 empresas online (por muy 2.0 que sean). Que los usuarios (o prosumidores) construyean los contenidos, no quiere decir que los gestionen ni, lamentablemente, que les pertenezcan.
3. A mi entender, los usarios no «valorizan» el patrimonio. No encuentro un ejemplo donde eso ocurra. Hoy por hoy el patrimnio es una fuente de valor cultural que se pone en valor por las administraciones para generar puntos en el mapa. Es decir, para entrar en rutas turÃsticas o aumentar el atractivo de las ciudades. La trampa está en que los usuarios (en este caso, ciudadanos/as) nos identificamos con ese imaginario..y ya aparecen de nuevo las connotaciones polÃticas.
Hola a todos!!
Empezando desde el último, Rubén, me gustan las cuestiones que planteas. Es posible que tengas razón respecto al carácter performativo de los conceptos. En cualquier caso la patrimonialización para mà tiene un sentido explicativo y por eso lo utilizo. Es cierto que los conceptos pueden superarse, pero también que las definiciones son dinámicas… Es un tema interesante pero muy escurridizo. Realmente yo soy consciente de que poner 2.0 al lado de patrimonio tiene un efecto contraste que sirve como recurso para llamar la atención (es como si pones obispos 2.0 en una nota de prensa, saldrÃa publicada la noticia en todos los periódicos gratuitos y en carios programas de TV…) y es una prueba de que lo que dices es cierto.
Estoy de acuerdo en que la responsabilidad de la gestión corresponde a las instituciones públicas. En cualquier caso, éste es otro tema que da para mucho, porque estas instituciones intentan mantener a toda costa el monopolio de sus réditos simbólicos perjudicando, muchas veces, al propio activo en función de unos intereses extremadamente particulares… Y esto sà que es polÃtica y de la más tosca.
La valorización creo que es algo social. Es decir, se pone en valor cuando se le otorga importancia a un activo concreto. Por ejemplo, si ponemos «Sevilla» en Flickr nos sale el edificio «La Adriática» antes que la giralda o la torre del oro en los resultados de búsqueda y esto es darle valor a este edificio que yo, por ejemplo, desconocÃa. Aunque es un ejemplo un rápido y quizás tonto, considero que pierden fuerza las comunicaciones jerárquicas que deciden qué es lo interesante, para abrirse a nuevos procesos que modifican la percepción de lo que es patrimonio o, como dices, destierran este concepto definitivamente.
La página de Facebook para salvar la panificadora de Vigo es otro buen ejemplo de esto…
En cualquier caso, creo que hay muchos temas aquà juntos y tendrÃamos que ir tocándolos uno por uno para que no se escurran 😉
Furallefalle: Me ha encantado el vÃdeo!! Muy simpático. Aunque en este caso no domino mucho la legislación vigente respecto a cementerios, lo que sà es cierto es que uno de los grandes argumentos contra la popularización de la patrimonialización es que muchos recursos son dañados. En muchas ocasiones, por desconocimiento no sabemos el daño que hacemos al patrimonio. Pensemos que si hay obras de arte a las que les afecta el flash de una cámara de fotos, cuánto daño harán otras cosas que hacemos de forma muy habitual… pisar construcciones, remarcar con tiza grabados rupestres, etc. Este es un problema también muy serio. En cualquier caso, lo de la profanación es muy relativo y también darÃa para otro artÃculo…
Bueno, esto da para mucho… gracias por vuestros comentarios y saludos!!
Muy muy interesante. No acababa de entender el contenido del post a partir de su tÃtulo, pero queda claro 🙂