Taburete
16.08.2008

¿Dónde estaba yo en el 98?

por comcinco

Precisamente allá por 1984 Loquillo y los Trogloditas preguntaban dónde estabas tú en el 77. Sonido de otra época que, desde que Zemos98 me emplazó a hacer este review, grita en mi mente y sale por mis labio en forma de tímidos susurros. «A los 15 eras joven y a los 20 ya mayor», decía Loquillo producto del chapurreo lírico de Sabino Méndez, remontándose a un desorden de cosas, a una forma de enfrentarse al mundo, a un espíritu del que, en los 90, casi nada quedaba…

En primer lugar quiero pediros disculpas por el bajo ritmo de publicaciones en éste vuestro blog y la larga demora en la publicación de las tres partes del artículo sobre continentes y contenidos de cultura que este post interrumpe para quitar solemnidad y darle a Taburete un poquito de humanidad que también se la merece…

Pues bien 17 años tenía yo en 1998 y, lejos de empezar a ser mayor, todavía estaba empezando a ser pequeño. Producto de la generación X, terminaba el instituto y escuchaba las melancólicas melodías de Pearl Jam. Discos más tranquilos y sin ese sello de mitiquez del Ten o el Versus, el Vitalogy y el No Code acompañaban mis días, además de los, por aquel entonces, recientemente disueltos Héroes del Silencio.

Seguía mediosaliendo con la medionovia que seguiría siendo mi novia y nonovia durante muchos años hasta hace bien poco, a la par que robaba mediomagreos a una compañera de instituto a escondidas del resto del mundo, todavía no sé bien por qué motivo, pero era gracioso y hasta emocionante…

La literatura existencial entraba en mi vida a través de, nada nuevo bajo el sol, La insoportable levedad del ser de Kundera y me sentía identificado con el ya clásico Martín Hache.

El 98 fue para mí un año de transición entre el manido pasado y un futuro que cuanto más próximo estaba a él, más borroso se volvía. Ante tanta incertidumbre, como haría el burro, la oveja o el entrañable cervatillo, mejor quedarse en casa haciendo lo que uno conoce. En pocos meses supe que una de las primeras decisiones importantes que había tomado sobre mi vida, no la había gestionado bien. Pero me tomé un año para pensar qué es lo que quería hacer y, la verdad, puede que no haya sido nada desastroso haber estado un año en empresariales desarrollando una extraordinaria habilidad para jugar al mus (que todavía conservo), comentando todos y cada uno de los culos y escotes que pasaban por delante de la mesa de la cafetería y sin estudiar prácticamente nada más que las asignaturas de sociología y estadística.

Todavía hoy, y a mi manera, sigo pensando que tenía sentido que yo estudiase administración y dirección de empresas. Y sigo pensando, sin decírselo a nadie, que con este MBA que estoy haciendo en empresas e instituciones culturales estoy cerrando un círculo que empezaba precisamente en ese año 1998.

Por lo tanto no viví una revolución, no viví una guerra, ni siquiera una mísera y descafeinada transición. Mi vida, desde el 98, es como la de todos los consentidos hijos del estado del bienestar y de los contratos indefinidos de nuestros papás, un tanto absurda y sin grandes sobresaltos. Una vida en la que, por mucho que me haya empeñado en complejizarla y buscarle sentido en estos 10 años, no tiene más relevancia que la de esos momentos, esos instantes, con esa gente que te ha acompañado, con la que te has reído, con la que has llorado, con la que has hecho lo que realmente querías. Con el paso de esta minúscula cantidad de días, semanas y meses que suponen una década cada día tengo más claro que de poco valen las cosas que no valen la pena, personajes sin vida con los que me he topado, personas vacías y chupasangres, envidiosos y necios. El mundo es nuestro al fin.

P.D.: Por cierto, tras escribir todo esto me ponen en mi lugar y me indican que estoy describiendo 1999… En fin, el recuerdo ese gran traidor.P.D.2: Siento no poder mostraros fotos de mí y mi pelo largo en un scooter color violeta con flamantes llantas blancas, pero es que nunca le di importancia a estas cosas y no encuentro ninguna por aquí…

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comentarios

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abrelatas ZEMOS98 dice:

ñotex…poniénome nostálgico, fue una suerte conocer a roi. fue una suerte conocerte a ti. y es una suerte que compartas esto y como bien dices «humanices» el blog.

yo también he estado desaparecido, pero al menos por aquí en la casa ZEMOS98 voy a intentar dejarme ver más, qué menos.

Gracias por compartir con todos que en realidad lo único que querías era lo mismo que yo a las 17: un audi TT -producto de estudiar administración y direccion de empresas-

jajaja, eres un grande!

oye, a ver cuando cuentas más del MBA…y a todo esto, ¿te vienes al festival? ¿has visto lo de los talleres?

Taburete dice:

Me gusta verte nostálgico…
Pues sí, más que un Audi, lo que pasaba era que no sabía lo que quería.
Lo de pasarme por ahí empieza a ser la eterna posibilidad que nunca se concreta, pero en este momento estoy verdaderamente liado. Entre máster, prácticas, curro y alguna otra cosa dudo sacar tiempo para acercarme a Sevilla y a ver si consigo ir publicando cosillas en Taburete.
Pero bueno, me despierto por la mañana escuchando noticias de Zemos en Radio3 e intuyo que os va todo muy bien.
Un abrazo!

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