Hasta el 3 de octubre permanecerá abierta la convocatoria para artistas de la tercera edición de Disonancias, un interesante proyecto que combina la creación artÃstica con la innovación empresarial. Dos mundos tradicionalmente alejados que encuentran, en este tipo de propuestas, sorprendentes caminos comunes.
Del mismo modo que las clasificaciones de las cosas son las que nos permiten ordenar y ordenarnos en el mundo, las rupturas de estas mismas divisiones dan lugar a visiones verdaderamente novedosas. En este sentido los análisis que se centran más en lo procesual que en la mera definición de los conceptos, están siendo de gran utilidad para ir más allá del techo al que habÃan llegado las teorÃas sociales clásicas.
Desde este punto de vista aunque el mundo del arte y el de la empresa se han percibido históricamente como caminos divergentes y con pocas relaciones en común, es cada vez más frecuente encontrar análisis y crÃticas que, al tratar a la cultura desde su carácter industrial , encuentran ricas minas de reflexiones que permanecen todavÃa muy vÃrgenes. Asà también las empresas, en su vital interés por no perder protagonismo en la actual era postmoderna, comienzan a plantear sus estrategias de marketing de un modo mucho más sutil, tratando de apoyarse en el bastón de valores aparentemente bohemios como pueden ser la innovación, la sostenibilidad o la responsabilidad social.
En cualquier caso ambas esferas cobran un sentido amplio de significados si son observados a la inversa. Es decir, el arte como un agente económico o la empresa como un actor social (algo que, paradógicamente, la teorÃa social crÃtica siempre ha utilizado como base de sus denuncias)
En este curioso cruce de caminos se consolida con esta tercera edición una de las propuestas más interesantes del panorama cultural estatal, Disonancias. Un proyecto que consiste en que un artista se incorpore durante unos meses a la actividad de una empresa, como integrante de un equipo de trabajo orientado al desarrollo de nuevos productos, a partir de una problemática o necesidad planteada de antemano.
Por lo visto en las anteriores ediciones las expectativas y el entusiasmo son muy altos en el comienzo del proceso, pero como en todas las relaciones humanas al final muchas son las discrepancias y los resultados son más o menos aplaudidos. En este sentido el concepto de Disonancias parece encajar como anillo al dedo a un proyecto que pone en relación dos mundos que en realidad están muy distantes en sus actitudes, lenguajes, formas e intereses pero cuya combinación puede dar interesantes frutos al gestarse en base a esa misma alteridad.