El pasado mes de Octubre, Radioactivos el podcast de ZEMOS98, dedicaba su emisión a la Contraficción. Y asÃ, contraficcionándome tras la voz de una fabulosa actriz, dediqué mi sección en el programa a compartir unas reflexiones en torno al proceso creativo en el que me hallaba inmerso, y que habÃan sido escritas dÃas antes, en respuesta a un mail de mi amigo Felipe. Varios meses después, la obra a la que se refiere el texto está ensayada, estrenada y grabada. Me sigue resultando extraño ese momento en el que te enfrentas a la obra desde fuera, cuando ya no tienes ningún poder sobre ella, y sufres y disfrutas en igual medida, re-cordándola de manera extemporánea. Y deambulas durante semanas dando bandazos desde la crÃtica más (auto)destructiva ante los fallos hasta el orgullo de ver completada, una vez más, la hazaña de haber creado un pequeño universo ex novo. Comparto con vosotros el texto y la grabación; no suelo dejar constancia de mi proceso mental y emocioal mientras compongo un obra de estas caracterÃsticas (dos meses a full para 10′ de música) y en esta ocasión, gracias a la ayuda de Felipe, de Cristi y de Radioactivos, puedo mostraros las huellas que ha dejado mi particular paso por esta cita entre fantasmas.
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querido amigo:
llevo dÃas reflexionando sobre el proceso creativo. Leyendo a Tolstoi siento que los sabios lo son por algo, y Tolstoi, escritor apasionado y atormentado, pedagogo y cristiano, terminó por encontrar la senda de la felicidad a través de una constante infelicidad. El impulso de la ansiedad que nos empuja hacia algo diferente.
Yo ya habÃa decidido que la obra que me encuentro componiendo ahora, un trÃo con piano, estarÃa encabezada por esta cita de Tolsoti:«Para vivir honradamente es necesario desgarrarse,
luchar, equivocarse, empezar y abandonar,
y de nuevo empezar y de nuevo abandonar,
y luchar eternamente y sufrir privaciones.
La tranquilidad es una bajeza moral»(los músicos que toquen mi pieza leerán esta cita, y tal vez me reprochen a mi y a Tolstoi ese radical final, ese inquisitivo recordatorio de nuestra cobardÃa…la tranquilidad es una bajeza moral…)
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Buscando el consejo de otro sabio, Beethoven, me encuentro con su «trio con piano op.70 nº1«, apodado «fantasma» y me sumerjo en su sabidurÃa sin palabras; intento descifrar sin ayuda de nadie el por qué de ese misterioso encabezamiento (en alemán, Geister trio)… fantasma, ¿qué fantasma? . ¿el propio fantasma?, me digo.
Y buscando ayuda de otro sabio más (wikipedia) me encuentro con que Beckett creó entre 1975 y 1977 una pieza para televisión de igual nombre «ghost trio» inspirada en fragmentos del trio de Beethoven, una pieza más allá de la tv (bastante feota, todo sea dicho) en que se deconstruye el trio de Beethoven (su sonido) y se reubica en un contexto misterioso en el que los fragmentos del trÃo (samples) aparecen transformados y casi creando una dramaturgia propia (postdramática, of course), insertados en una estructura preaction-action-reaction de lo más sugerente. una voz femenina, mal grabada, mal reproducida, casi indescifrable, nos describe la escena en la que, como en casi todo beckett, lo que pasa es que casi no pasa nada.
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Ahora tengo que escribir mi propio trio con piano (violÃn, cello, piano), una formación clásica (s.XVIII) que se ha convertido en un estandar (casi todos los compositores han escrito trios) y que tiene un peso histórico y una connotación de la que cuesta escapar como compositor (¿qué puedo ofrecer yo que no se haya escrito ya?)
Se supone que quiero hablar de ese desgarro del que habla Tolstoi, quiero usar también sonidos del dubstep de Burial (mi tercer sabio, que durante mucho tiempo fue invisible, como un fantasma; cerrando el trÃo de letras B: B de Beethoven, B de Beckett, B de Burial) pero no cuento con la ayuda de la electróncia, solo tres instrumentos con cerca de tres siglos de antigüedad.La obra de Beckett, hasta casi el final del proceso, tuvo otro nombre: «tryst«, cita, encuentro, que finalmente fue sustituido por el de ghost trio.
the tryst, decidido, es el tÃtulo que pienso usar. Porque es exactamente lo que voy a hacer. Una cita, un encuentro entre fantasmas.
(encima tryst suena a triste, y a trio)*
PD:
Dos dÃas después de escribir este texto, leo en su correspondecia (publicada por el acantilado) que Tolstoi escuchó el 1 de Enero de 1857 el TrÃo Op.70 nº1, es decir, el trÃo fantasma, y quedó fascinado por su belleza. De este modo descubro que The Tryst, la cita, que estoy fraguando con mi obra, habÃa comenzado a ser escrita hace 155 años, cuando ni Beckett, ni Burial, ni yo -supuesto anfitrión- habÃamos sido invitados pues, entre otras cosas, no existÃamos aún.
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GRABACIÓN DEL ESTRENO (18 Enero 2011; CSMA Zaragoza)
The Tryst (2010) by Fran MM Cabeza de Vaca
Oh
Me ha encantado Fran. Me han gustado mucho los silencios con los «pianazos» de repente. Los violines… parecÃan puertas abriéndose! wow! Enhorabuena genio!