Emocionarte con un libro es la mejor garantía de que esa lectura ha entrado dentro de ti y está haciendo que aprendas, que enlaces conocimientos, que pienses, que te haga tener opinión, que te diviertas leyendo, que compartas con los demás, que te falten horas para seguir, que no te importe lo que quede por hacer, que te sientas identificada en aspectos de la obra… En definitiva es el gozo más grande para el escritor y para el lector que lo puede disfrutar.
“Leer para no ser influenciables, para tener pensamiento crítico, opinión”.
Podemos decir que este libro además de emocionar es un libro que nos habla de libros que a su vez nos hacen sentir y emocionarnos. Sentiremos la esperanza, el honor, el amor, la culpa, la infidelidad, la ira, la indignación, el placer, la amistad… Y todo, ¿para qué? Para disfrutar al máximo de los libros y, al tiempo, conocer mejor nuestras emociones, pues ese autoconocimiento nos conducirá al bienestar emocional.
“Paulo Cosín nos ofrece un libro de una claridad encomiable en un tema que es fundamental. Su propuesta podría llamarse ‘la lectura apasionada’: intensa, vehemente, vital, de entrega a las tribulaciones y triunfos de los personajes para experimentarlo todo con ellos. Esta ‘lectura apasionada’ expande nuestra interioridad y, por consiguiente, nuestra capacidad compasiva. Pero, como explica muy bien el autor, esta pasión, ciega en sí misma, debe encaminarse mediante el diálogo reflexivo”.
Como dice Jordi Sierra i Fabra, en el prólogo, la falta de emociones es lo que hace del mundo, en la actualidad, un lugar tan duro e inhóspito además de peligroso. Por eso son necesarios libros como este, que nos hablan de algo tan intangible como es el hecho de poder sentir. No se trata solo de comprender, se trata de sentir y posicionarnos ante los hechos que se relatan.
Este libro pone todo su fundamento en lo que sentimos cuando estamos leyendo una historia, ya que si verdaderamente nos entusiasma esa historia nos metemos en ella y reímos, lloramos, sentimos ira, vergüenza… con los personajes que estamos conociendo y nos ponemos a favor de unos o de otros según nuestros sentimientos de la vida y el desarrollo de nuestra visión de los derechos y de la justicia. Es decir, nos lleva a crear una opinión y nos hace reflexionar ante los hechos que se narran.
Nos dice Cosín que este libro pretende hacer énfasis en la lectura como efecto multiplicador que revierte en nuestra madurez emocional, algo que es de gran importancia en la adolescencia. Este libro, al igual que lo fue Para qué leer, está dirigido a todos los educadores, padres, madres, profesorado, educadores sociales… que encontrarán claves para el desarrollo emocional que deben transferírsele a los jóvenes y adolescentes.
Leer es algo necesario para la vida, es algo que te desarrolla el intelecto y hace que tus neuronas no se adormezcan y sigas aprendiendo a lo largo de toda la vida. Leer es necesario para mejorar la sociedad. Creo que es importante conectar con la juventud para conocer cuáles son sus intereses, partiendo de ellos podremos saber qué tipos de lecturas pueden llegarles más. Descubrir cómo se sienten, con qué se emocionan, con qué se sienten alegres y qué temas necesitan conocer nos va a dar pistas de cómo presentarnos ante ellos con lecturas que les van a apasionar.
Paulo Cosín nos deleita con el comentario de varias obras y nos emociona con ello, pone énfasis en lo que debemos sentir al explicar lo que hemos leído y de esa forma, al transmitirlo podemos emocionar a los estudiantes. Si hablas y lo explicas con emoción, es la mejor garantía para que tengamos éxito en nuestras enseñanzas.
El libro tiene una introducción en la que se habla de las emociones y después ocho capítulos que nos hablan de otros libros y cómo llegar a emocionarse y emocionar con ellos: la emoción de amar; el terror, el misterio y el crimen; el club de lectura de la esperanza; la sensibilidad humana; emociones y salud mental; 1984 y Un mundo feliz: las emociones la esencia de la humanidad; tomarse el humor en serio y , por último, la emoción del cómic.
“ Hay que experimentar las emociones, no es suficiente con el lenguaje, con el diálogo, con pensar y compartir lo que se siente, también hay que atreverse a sentir lo que uno o el otro piensan (con-sentir)”.
Es emocionante poder leer un libro que emociona con sus palabras y nos ayuda a poder emocionar a otras personas y llenarlos de sencianes positivas.
Puedes ver la reseña completa en El Diario de la Educación, publicada el 14 de febrero de 2024.