En el año 2002, siendo directora del IES Profesor Juan Bautista de El Viso del Alcor (Sevilla) me encargaron que hiciera la reseña del libro que comento a continuación para su publicación en la revista Perspectiva cep.
Mujer y Educación. Educar para la igualdad, educar desde la diferencia. Ana González y Carlos Lomas (coords.) Editorial GRAÓ. Serie Temas transversales. Barcelona 2002. Resumen y comentarios de Dolores C. Álvarez Peralías.
Sólo hace falta escuchar o leer las noticias para percatarnos de que la sociedad sigue haciendo diferencia de género, se sigue maltratando a las mujeres y se las sigue marginando de forma sistemática, Sin embargo, desde el punto de vista legal vivimos en una sociedad donde el hombre y la mujer tienen los mismos derechos, al menos teóricamente.
En los últimos tiempos se está trabajando, desde todos los ámbitos, para que esta igualdad sea cada día más real; pero aún queda mucho camino por recorrer y a veces se están dando pasos en sentido erróneo, avanzando más en los aspectos formales que en la realidad social, Debemos reivindicar la igualdad de género a través de la CULTURA, entendiéndola como medio que ayude a las personas a ser más libres, más críticas y que potencie la transformación de la sociedad en la que viven.
Este libro, que intenta dar respuestas positivas para conseguir la igualdad de género, está escrito por un grupo de personas de diversos orígenes y con diferentes trayectorias que, según nos relatan la coordinadora y el coordinador en la presentación del mismo, “coinciden en un afán común de ir construyendo una educación y un mundo en el que las diferencias sexuales y culturales no sean la antesala de la opresión y de la discriminación de las personas«,
El estudio se organiza en torno a tres grandes apartados:
En el primer apartado («Las mujeres en los escenarios del saber y del poder«) se plantea cómo la mujer ha estado ignorada en cada uno de los campos de la historia, de la antropología, de la filosofía y de las ciencias experimentales:
La mujer, hasta hace unos años no podía firmar contratos, sin el consentimiento de su marido o su representante legal.
Hay escritos de mujeres que aparecían con los nombres de los maridos o con nombres falsos.
Las mujeres no tenían el derecho al voto hasta hace muy poco tiempo.
Una antropóloga nos demuestra que no existe correspondencia natural estricta entre sexo y género, aún cuando la antropología daba esta correspondencia por supuesta.
Se nos hace una propuesta pedagógica para analizar el control que la sociedad occidental ejerce sobre el cuerpo femenino como una nueva forma de control.
Se dan orientaciones para la práctica educativa, con el objetivo de conseguir una educación no-sexista, en el campo de las ciencias experimentales.
En el segundo apartado («Las mujeres en los escenarios del discurso«) se analiza el papel que desempeña el lenguaje en la comunicación humana, se aboga por el lenguaje no-sexista y se aportan ideas sobre cómo la institución escolar puede influir
Con respecto al tema de la Historia y el Arte, nos hace un relato de mujeres artistas que han estado, y siguen estando, ignoradas, y propone que en las aulas se haga un replanteamiento de la disciplina artística, comprometiéndose con una visión crítica de la Historia del Arte. Nos aporta una relación de direcciones de Internet que nos pueden ayudar a hacer la reconstrucción de la Historia de la que hablamos.
Se analiza el papel femenino en la prensa, la televisión y la publicidad, como medio para seguir construyendo los estereotipos sexuales y las connotaciones culturales de lo femenino y lo masculino. Propone la conveniencia de estudiar en las aulas el papel de la mujer en las imágenes publicitarias.
Por último, después de hacer un estudio minucioso del papel femenino en el cine y analizar la difusión de los tópicos y estereotipos que nos llegan, nos plantea la necesidad de educar en las escuelas en el arte cinematográfico, para formar espectadores y espectadoras que sepan criticar lo que ven y no se dejen influenciar por los modelos de cultura que nos quieren transmitir.
En el tercer y último apartado («Las mujeres en los escenarios escolares«) se hace un repaso histórico sobre el sistema educativo y se analiza cómo se ha transmitido la diferencia de género y las repercusiones que han tenido en las niñas y en las mujeres.
Nos muestran las conclusiones de una investigación donde han sondeado sobre el sexismo en la educación, para ofrecer a los maestros y a las maestras instrumentos que les lleven a la propia reflexión sobre el tema.
Dedica un epígrafe a la orientación con el objetivo de establecerla como un proceso continuo que contribuya al desarrollo integral de cada persona («Orientar para la igualdad, orientar desde la diferencia»)
Por último, se hace un análisis de los libros de texto, nos proponen unas fichas para el análisis de los textos y un glosario de conceptos que nos pueden aclarar ideas sobre el tema que estamos desarrollando.
En resumen, este libro es recomendable porque:
Nos muestra con detalles cómo la mujer ha estado ignorada en todos los ámbitos del saber.
Nos hace propuestas pedagógicas que nos pueden llevar a una educación integral de las personas.
Nos hace conscientes de que en la sociedad actual, a través de los medios de comunicación, se siguen difundiendo estereotipos contra los cuales hay que luchar desde los ámbitos educativos.
Nos da pautas para que preparemos a nuestros alumnos y a nuestras alumnas en la transformación de una sociedad más justa, más pacífica y más solidaria.
Por todo ello es conveniente el uso de estos planteamientos en los ámbitos educativos como medio de apoyo a todas las actividades que se realizan hacia la consecución de la igualdad de género.