Carolink Fingers
03.06.2013

Be a mother… stay cool

por carolinkfingers

Una invitación del taller de investigación Amar en tiempos hipsters/Sexo hipster: ¿hablamos de las familias de los modernos y modernas? Y contar lo que descubramos en una videoplaylist al final del trayecto que ha recorrido el grupo de investigación del Intermediae-404 School Not Found, como una de las actividades paralelas en La Casa Encendida. Ésta es una versión resumida de esa charla.

¿Puede haber algo menos hipster que la maternidad?, nos preguntamos hace algunas semanas en una de esas conversaciones entre cañas.

En el taller se ha intentado observar críticamente cómo se nos representa el amor, el «post-amor», y queríamos revisar también su continuación: la familia. Porque el relato del Amor romántico terminaba tradicionalmente en el «vivieron felices y comieron perdices», pero no nos contaban cómo cuidaban y criaban de la prole.

Primera aproximación: según Google, no se puede ser moderna+madre+hipster a la vez.

01_madre-moderna-hipster

El hipster, hombre-mujer, vive su ficción de ser autónomo, independiente, consumidor de identidades. En ese contexto, es lógico que la madre sea vista por él como un “otro”, un afuera.

«No hay sitio para dos en el cuerpo de la Jovencita«, dicen Tiqqun en Teoría de la Jovencita (Acuarela, 2012). Nuestra jovencita modernona, desenvuelta en las relaciones de lazos débiles y vínculos afectivos volátiles, se hace grande algún día y empieza a echar de menos «reproducirse».

También dicen los franceses: «A menudo, antes de descomponerse de forma desmasiado visible, la Jovencita se casa. La Jovencita no sirve sino para consumir, ocio o trabajo, tanto da«. ¿Y familia?, nos preguntamos. El «descreímiento» y el abrazo de lo maternal parece venir, eso sí, con cierta edad madura:

Hollywood, con películas como Baby Mama (2008), parece estar emitiendo un mensaje: quizá puedes boicotear los planes de vida en pareja, quizá se pueda vivir sin el amor romántico, a cambio de llevar adelante el otro gran proyecto de la mujer: ser madre.

¿Nos encontraremos con una mujer que, al intentar adquirir una nueva identidad, pretende seguir formando parte de un mundo de tendencias y consumo non-stop? ¿Intentará esta madre moderna reflejar hacia el mundo su «identidad» a pesar de tener que cuidar de otras vidas? ¿Cómo hereda esta mujer maternidades del pasado y cómo se enfrenta a la volatilidad de las relaciones del presente? ¿Cómo se casa lo hipster con las dependencias de la vida?

Una de las tesis o intuiciones de esta conferencia nos llevaba a asegurar que la «opción» de la maternidad que se presenta a las mujeres de la treintena avanzada tiene poco que ver con una «opción» y se parece sospechosamente a cumplir una obligación más de la vida (adulta, aunque anexa a identidades post-adolescentes). El largo viaje del feminismo detuvo (o sufrió una reacción) la emancipación de la mujer de la obligación de la crianza para incorporarla en el arsenal de las opciones de consumo. La adquisición de esta nueva identidad (madre, familia) vendrá acompañada de un sinfín de materiales, complementos, adornos, gadgets.

Si lo miramos con el cristal de la ironía, la forma en la que algunas mujeres «optan» por la maternidad podría parecerse a la de Julianne Moore como Maude en The Big Lebowsky:

Hablar de maternidad en el audiovisual está de moda. Véase Baby Mama (2008), Knocked Up (2007), Juno (2008), What to Expect When You’re Expecting (2012) o la película francesa Un hereux événement (2011). «¿Dónde comienza la historia? ¿En el primer beso? ¿En la primera cita? ¿En el primer «te amo»?» La historia comienza realmente donde se agota la catarata de amor romántico, que ha alimentado hasta antesdeayer el cine y la ficción audiovisual y que, de momento, parece en crisis.

Si un día estuvimos preguntándole a nuestros seguidores online «¿quiere algo conmigo?»,  ahora queremos ofrecerles nuestro nuevo rostro: sé madre, sigue siendo cool. Así se presenta una madre blogger que se llama a sí misma «Hipster Mom». Pero de ellas hay docenas, centenares, persiguiendo un afuera que necesitan para continuar, para no sentirse limitadas en la vida familiar o para mantener cierto capital social (¿a pesar de o gracias a los hijos?). Eso es lo que me preguntaba viendo vídeos de madres que cuentan su vida al mundo entero en Internet.

Viendo cómo estas madres reales muestran reflejos de su vida, con sus hijos al lado, alrededor, encima, encontraba que no sabía muy bien dónde terminaba la vida y comenzaba la ficción (todas las ego-bloggers hemos jugado a ello), ni hasta qué punto las ficciones de la maternidad eran responsables de que estas madres quisieran (se vieran obligadas a) mostrarse así, en ese infinito control de la situación.

También sentía que las madres bloggers (estas hipster mom, o mom a secas, que nos muestran su maternidad sin resquicios, casi nunca en claroscuros) construían estas nuevas identidades a costa de sus hijos: y en este terreno apenas se señalan contradicciones ni se politiza mínimamente el saber que comparten. Esta madre hipster suma ficciones nuevas a los lugares comunes de la maternidad de antaño: la madre en control, la madre responsable, la madre enrollada, la madre cool.

Una maternidad como marca que mantener. Menuda barbaridad. Veamos a Brüno:

Pero no es necesario que la mujer madre se ponga bajo el foco o se someta al escrutinio general: la madre «en control» es también la madre permanentemente vigilada, cuestionada, infantilizada y escrutinizada.

Siempre hay alguien dispuesto a decirnos cómo debemos hacer las cosas, siempre hay otra persona que sabe cómo debemos sentirnos, siempre nos encontrará por el camino la culpa, la traen desde fuera o nos la ponemos desde dentro. No olvidemos: una de las ficciones más vigentes en estas maternidades es que la madre puede con todo – la madre no comparte la responsabilidad – la madre es responsable de cada una de las opciones de la crianza (con el padre, pero no demasiado). Algunos ejemplos:

http://www.youtube.com/watch?v=NlNSEng9S_Y

En la película Un hereux événement se pueden espigar un buen montón de modos de violencia que se sufren. Hay un doble movimiento social: la mujer siempre está vigilada por los demás que saben muy bien cómo hacer las cosas; por lo tanto la madre se esfuerza más y más en tener toda la información y controlar cada pequeña cosa; pero la culpa siempre le será devuelta, tarde o temprano, por cómo hizo las cosas, o por cómo las dejó de hacer.

http://www.youtube.com/watch?v=echXodHi9x0

La mujer contemporánea de la gran urbe no es madre simplemente, lo es con una autoconsciencia cimentada en los consejos de los expertos y en las tendencias de moda -que se podrían llamar neomaternalistas. Hace pocos meses contaba New York Times que había que tener una matrona particular, profesional independiente tan exclusiva como nuestro esteticista; pero hoy lo más de lo más es realmente la doula. Y esta doula no es una mujer pobre, confundida en trapos negros, que va de casa en casa ayudando y haciéndose la invisible entre recién paridas y bebés, no.

En esta hora de conferencia también hablamos de paternidades. Poco: realmente se podría hacer otra investigación y sería muy conveniente ver cómo se están dando estas nuevas paternidades hipsters. Un par de intuiciones: mientras la mujer reinventa el mito de la madre controladora (de otra manera), el padre no tiene ningún espejo en el que reflejarse. Es libre de fallar.

Véase la película What to Expect When You’re Expecting (entre el minuto 28 y el 32), la escena en la que se presenta al «grupo de padres» (aquí el trailer).

Y he aquí un proyecto fotográfico de un padre con su bebé.

Ser madre: proyecto, encontronazo. En nuestra sociedad, «reproducirse» pertenece a la órbita de las «elecciones personales» y como tal queda supeditado al ámbito privado. Se supone que las familias son dueñas de sus decisiones, y sin embargo no cesan las injerencias desde todos los ámbitos, la vigilancia sobre cómo formamos y llevamos adelante esa familia. La familia hipster, además, abraza su externalidad como un asunto de primera importancia. Como el hipster, la madre y el padre modernos debe enseñarse y someterse al escrutinio social, pero hemos visto que los «modelos» según los que se muestran son bien distintos.

Pero ser madre/padre (parent en inglés, para todos), implica otras muchas cuestiones que ni siquiera tienen que ver con la biología.

Las pasiones de la maternidad son algo tan repentino, intenso y confuso que nosotros mismos a menudo permanecemos ignorantes de la perspectiva, el pensamiento que ha desarrollado a partir de nuestra maternidad”, escribió Sarah Ruddick en Maternal Thinking (1989). A nosotras nos gusta la idea de que al cuidar de otras vidas, accedes a una forma de pensamiento que te desencasilla de la gramática del individuo autónomo, autosuficiente y «libre» que el hipster es, pretende ser.

A nosotras nos gusta la idea, también, de que para ser madre puede que no necesites ser madre.

Algo que las hipster no harán con sus maternidades, o al menos aún no hemos encontrado, es presentar la «opción» de la maternidad con sus claroscuros: mostrarnos cómo te transforma por dentro y por fuera hacerte cargo de otras vidas. Las «opciones» que toma la madre moderna están marcadas por la agenda social, y la forma en que nos las vende -la blogger-mom, la celebrity-mom- va a imposibilitar -o dificultar- otras maternidades. Conscientes de su pérdida de coolness, a nosotras nos queda intentar hacer girar la rueda en el otro sentido: rechazar la idea de que tengamos que ser cool, a pesar de o con los hijos, o ser madres de una manera abierta, entrelazada, visible, contradictoria, no siempre cómoda, pocas veces fashion, y política.

//Esto se llevó a cabo el 30 de mayo en La Casa Encendida, y estos son algunos apuntes sueltos de lo que preparé para esa sesión. Algunos vídeos más en el canal (como todos son de películas con copyright, puede que desaparezcan en un chas).

Actualización 12/06/2013: entonces, Lancia hizo esta campaña llamada Fashion City Moms. Imperdible.//

5

comentarios

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Ptqk dice:

Muy bueno. Merece más que un post, más que una charla. Merece un ensayo.

polaroica dice:

…para ser madre, no es necesario ser madre… La construcción de las maternidades, es tan individual como la vida misma de cada cual….y somos libres de fallar y enmendar ..ensayo y error…dato: lo mas complicado la diferencia generacional…nucleos de relaciones que no son Familias, ni parejas…Don’t tags…Genial Post

María dice:

LLevo un rato de post en post, acabo de descubrir tu blog y me detengo aquí para comentar y recuperar aliento: cuántas verdades! La cuestión de las mamás super cool es todo un temazo. Un placer leerte -y leerme-. Te sigo la pista desde ya

maría

carolinkfingers dice:

Hola, María, pues mil gracias por contarme que estuviste leyendo y me alegro de que te gustara esto que aquí se ha ido acumulando 🙂 Acude y critica cuando te apetezca. Besos.

[…] familias de las modernas, las hipsters teniendo descendencia: Be a mother… stay cool. Un texto de Carolink Fingers rescatado a cuenta del tóxico anuncio publicitario de cierta marca […]

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