Recogiendo el meme de Abrelatas, escribo lo que me sucedió una extraña noche de 1984 mientras dormía. Una breve historia de un misterioso secuestro fuera de control.
“Está usted secuestrado” me dijeron con tono serio y distante. Yo, sorprendido, respondí con preguntas: «¿Por qué?», «¿qué pretenden?» Pero ellos hacían caso omiso a todos mis interrogantes. Era frustrante porque no me daban una sola explicación, no portaban armas y yo les seguía hacia mi trágico destino creciendo mi frustración a cada paso.
Pero la perplejidad fue total cuando descubrí el lugar en el que me iban a tener secuestrado. En un parque público de Vigo unas cintas de rayas rojas y blancas diagonales delimitaban una pequeña zona de no más de seis metros cuadrados, en la que otros tres secuestrados esperaban sentados a que los secuestradores decidiesen liberarles. Extendiendo el brazo y el dedo índice uno de mis extraños acompañantes me instó a introducirme en la zona acordonada. Los silenciosos secuestradores se alejaron por un camino del parque hasta que los perdí de vista. Pasaban las horas e impotente miraba hacia todas partes esperando que entre toda aquella gente que paseaba a nuestro alrededor, alguien nos comunicase que ya éramos libres. Supongo que al final me desperté.