Hace ya algún tiempo que alguien, no recuerdo quién, me habló por primera vez de Daphne Oram. Hoy, a través de la programación semanal del laboratorio INTR:MUROS, la vuelvo a tener presente. Daphne fue una de esas mujeres increíbles que la historia se encargó de silenciar y que de un tiempo a esta parte, desde su muerte en 2003, se está tratando de recuperar, dignificando su legado y su ingenio.
Además de compositora y técnico de sonido, fue una investigadora e inventora excepcional que tuvo que hacer frente a los prejuicios de su época convenciendo, entre a otros gigantes, a la British Broadcasting Corporation (BBC) de la importancia de la música electrónica. En esa época, la BBC fue la única emisora capaz de hacer frente a la demanda e incremento de oyentes reformándose y convirtiéndose en una radio más o menos “experimental”. Como muestra, en 1958 pone en marcha “Radhiophonic workshop” (taller radiofónico), un lugar de creación de efectos de sonido, atmósferas y música de fondo para las nuevas obras que se transmitían por la radio, cuya primera directora fue nuestra amiga, pese a que hasta hace muy poco se atribuía este mérito exclusivamente a dos hombres: Desmond Briscoe y Douglas Claverden. Sin embargo, Daphne se cansó muy pronto de las limitaciones de la BBC y montó un laboratorio/estudio por su cuenta en el que crear algo más que «músicas de fondo».
En la década de los 60, y gracias a una beca de la Fundación Gulbenkian, consigue hacer realidad su sueño desarrollando una máquina para la técnica que había puesto en marcha años atrás, Oramics. Según la wikipedia, un método de composición musical que permitía convertir la información gráfica en sonido. En una reciente exposición del Museo de Ciencia de Londres, donde actualmente se conserva la máquina, explicaban su funcionamiento complejo: “Motores eléctricos empujaban ocho pistas paralelas a través de escáneres de película clara de 35 mm que operaba como los aparatos de televisión a la inversa. En la película dibujaba líneas curvas negras, garabatos y puntos, todas eran convertidas en sonido. Se veía y sonaba sorprendentemente moderno.”
De la Oramics Machine se ha dicho que es una especie de “eslabón perdido” de la música electrónica. Aquí un vídeo en el que el director de la colección Daphne Oram, Mick Grierson, adquiere el sintetizador de un coleccionista en 2009.
Os dejo con el recopilatorio que Paradigm Records ha editado con piezas de Daphne desde 1957 hasta 1966, sonidos extrañamente familiares e hipnóticos. 1 y 2
Pd. Es difícil encontrar referencias, especialmente en castellano, y yo me he limitado a fusilar de distintas fuentes. Sin embargo, este artículo de Sol Rezza publicado en 2009 en la revista Sonograma, aporta algo de literatura a un tema tan apasionante como es la relación entre radio y mujeres: El lado femenino de los sonidos
Me ha recordado a Doris Norton, aunque Dafne fue pionera. Historia y despiste no se complementan bien. Gracias por rescatarla!
[…] lo de las mujeres, pues no es nuevo, no es fácil encontrar autoras, de hecho en la Wikipedia predomina el cansino “son hijas, […]
uooooohh!! Me encanta el personaje, me encanta el post!