Ilya Ivanovich Ivanov tiene un nombre muy eufónico, con mucho flow. Pero la personalidad que se esconde detrás esta hermosa aliteración resulta en igual medida fascinante y oscura. Yo no lo conocía hasta que, invitado por segundo año consecutivo a celebrar el día del dominio público en el entorno de blogs de ZEMOS98, empecé a revisar la lista de los artistas, pensadores, escritores y demás creadores que murieron en 1932 y cuyas obras, 80 años después, pasan a ese paraíso del saber que es el Dominio Público. Hay en esa lista mucha tela que cortar, pero sin saber muy bien por qué, yo me quedé atascado en el loop rítmico de || : Ilya Ivanovich Ivanov : ||
1) Ivanov y el híbrido simio-humano.
Sí, habéis leído bien. La gran joya de este biólogo ruso parece el guión de una peli de serie B. Vale que antes aportó mucho conocimiento para la mejora en la inseminación artificial de los caballos, pero qué es eso para la historia al lado de semejante delirio megalómano: crear un híbrido entre los humanos y los simios. Absolutamente sugerente, sí señor. No voy a jugar a hacer filosofía de medio pelo (que cada uno le dedique un rato a pensar en los límites de la bioética) porque a mí lo que me da esta historia es mucha risa. Pero no deja de ser espeluznante leer que no solo inseminó a varias chimpancés (chimpancesas?) con esperma humano, fracasando en todos los casos, sino que el muy villano solicitó permiso para inseminar a mujeres con esperma de orangután. ¡Y se lo dieron! Diferentes circunstancias (como la muerte del unico orangután vivo en Shukumi, emplazamiento del proyecto) impidieron finalmente el desarrollo de tan abyecta empresa, pero aquí es donde nuestra imaginación se derrama en los charcos más vulgares y visualizamos al científico denostado en un lúgrube y clandestino laboratorio secreto llevando a cabo su plan desde el exilio impuesto en Kazajistán (todo el enramado narrativo que nace a partir de aquí también os lo dejo a cada cual; podéis tirar por un rollo Jurassic Park, o incluso poneros más kafkianos, jugad)
2) Orango
El filón dramático de esta movida no escapó a los contemporáneos de nuestro homenajeado, ni tampoco su veta cómica. En 1932, año de la muerte de Ivanov, el escritor Alexei Nikolayevich Tolstoy (no confundir con el gran Leo) y el periodista Alexander Osipovich Starchakov, presentaron a Dimitri Shostakovich un boceto de libreto para una ópera satírica que nunca sería terminada y que no sería descubierta hasta el año 2004 por la musicóloga rusa Olga Digonskaya (seguimos caminando por el lado novelero de la vida real). Se trata de ORANGO (me encanta este nombre), que estrenó la filarmónica de Los Ángeles el pasado 2 de diciembre de 2011, bajo batuta de Esa-Pekka Salonen y dirección escénica de Peter Sellars (por favor, si alguien encuentra imágenes, dvd o similar que nos lo haga llegar).
El libreto, o su borrador, es delirante y no tiene desperdicio, pues el tal Orango, híbrido humano-simio, comienza sus andanzas siendo exhibido como atracción de circo y pasa, bajo el pseudónimo de Jean Or, a convertirse en un magnate del periodismo, corrupto, despiadado y envuelto en toda clase de estafas inmobiliarias y demás lindezas (¿España, nos va sonando el personaje?) Además es anti-comunista, of course, que hay que contextualizarlo todo. Toda su maldad (bueno, y también su incapacidad para conquistar a la humana de sus sueños) acentúan progresivamente su naturaleza simiesca y se descubre el pastel (explota el mono que lleva dentro), por lo que enloquecido, repudiado y despojado de gran parte de sus atributos humanos termina sus días en una jaula del zoo.
La pena es que a Shostakovich solo le dio tiempo a escribir el prólogo, pues andaba liado con la composición de Lady Macbeth de Mtsensk, su obra maestra, pero dejó esbozados unos 35 minutos de música en versión para voz y piano que orquestó el compositor inglés Gerard McBurney y que nos permitió acceder a una obra derivada que parece ser lo bastante próxima al espíritu de Shostakovich, atendiendo a la decisión de Esa-Pekka Salonen de subirla a escena. Aquí la podéis escuchar completa.
(se cierra el telón)
3) Ahora los orangutanes, a escena
Así que, inspirado por el caracter cómico y satírico de esta historia, he optado por remezclar (un poco a lo bruto, con una ligera síntesis cruzada muy de grano gordo en MaxMsp y edición a ojo en Audacity) un fragmento de la música de Shostakovich con el sonido real de orangutanes de Malasia.
¡Subid a escena, hermanos primates! Y cantad esta noble marcha en nombre de toda vuestra extripe, ejecutando por fin vuestra venganza contra Ilya Ivanovich Ivanov, que no logró su objetivo de manchar vuestro inocente linaje con nuestra inmunda genética corrupta y avariciosa.
(aplauso; sube el telón)
4) Simiocracia
La situación actual de nuestro país deja poco margen para la risa, pero nuestro reducto humano más noble es el sentido del humor, y ahora más que nunca la carcajada es un territorio de resitencia y de militancia imprescindible. Me he acordado de la maravillosa peli «Human Nature» del tándem Gondry-Kaufman (aquí la tenéis enterita), y también he descubierto a Oliver, que en los 70 fue considerado el único ejemplar auténtico de humancé (palabro!) Pero prefiero despedirme con el vídeo resumen de un cómic imprescindible de Aleix Saló, que casi todos conoceréis y que, mejor que cualquiera de nuestras posibles elucubraciones narrativas, demuestra que los experimentos de Ilya Ivanovich Ivanov no solo fueron llevados a cabo, no solo llegaron a buen puerto, sino que crearon una extirpe de híbridos simio-humanos que cohabitan con nosotros y que han alcanzado las más altas cotas de poder. Ellos rigen ahora el mundo y en nuestra mano recae la responsabilidad de acabar con su dictadura.
Objetivo 2013: a por ellos.
¡Feliz 2resis13!
PD: mi sobrina de casi dos años le ha pedido a los reyes un mono. Lo juro.
Este post forma parte de la iniciativa impulsada por
ZEMOS98: «1 de enero de 2013: Celebramos el día del Dominio
Público«. Esta celebración se realiza en otras partes del
mundo y quiere hacerse algunas preguntas: ¿Conocemos el
funcionamiento y los mecanismos que nos impiden acceder a obras que
forman parte de nuestro subsuelo cognitivo? ¿Cómo reclamamos el acceso a
ellas si tenemos instituciones más preocupadas por poner restricciones
que por darnos acceso? ¿Cómo nos organizamos para rescatar, de manera
ciudadana, lo que esconden nuestros códigos fuente comunitarios? Te
invitamos a seguir pensando juntas sobre este y otros temas. ¡Celebra el
día de Dominio Público! Hasta el 31 de enero mantenemos un repositorio
abierto por aquí
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