Elena puso la semilla y después brotó. El programa de radio acumula ya 105 capÃtulos de un dar vueltas a las obsesiones. La literatura, queridas amigas, nunca es inocente, ni brotó del cascarón de huevo, ni se adquiere la voz por ciencia infusa.
Quedan apenas veinticuatro horas para la primera de las sesiones: nos vamos a Traficantes de sueños a hablar de literatura, igual que hacemos en la radio cada lunes, pero con público, amigas, vecinas.
Hemos enredado, como siempre hacemos, a unos cuantos y cuantas para pensar en común. También hemos enredado a Bookcamping.
Este post tiene una motivación, que no es sólo la de canturrear «ay, qué nerviosa estoy»: siempre, lo de dentro, siempre, el entramado que nos ha llevado hasta esto. Pero ahora me duele la cabeza y he de salir. Un escritor me espera para remover el café y provocar un estallido.
🙂