Estoy goteando. Soy agua, soy fuente. Be water, my friend. He perdido el hilo. No sé quién soy, y tampoco sé quiénes son amigos. ¿Aquellos con los que me veo una o dos veces al año? ¿Aquellos que me escriben y marcan en las redes? Estoy exagerando. Dejadme seguir.
Para los que me leen en twitter soy una «activista» (me vendo), para los que me conocen más de cerca soy una «melancólica» (también me vendo), para los que viven conmigo soy «mamá», y soy todas esas juntas. Claro que más cosas, también. Pues todas esas cosas caben en una gota.
Estos dÃas estoy hilando temas, trenzando conceptos que no he inventado pero que me vienen de perlas. Las anotaciones van a quedar ocultas hasta que tenga tiempo de pensar con más claridad (la vida empuja, además de manchar). Y, medio sumida entre sesenta cajas de cartón, tanto llenas como vacÃas, quiero explicar por qué goteo, y por qué he aportado un dinero a un proyecto llamado Bookcamping.
Dejaré que alguien más sabio hable de los vocablos tales como crowdfunding y cuente cosas sobre el procomún. El procomún me obsesiona, pero para otro dÃa.
Las redes me acogen, las redes me enredan, a menudo las redes me dan trabajo, sudores, sufrimientos, y a menudo, mucho más, me dan buenos momentos. Buena parte de mi vida se la debo a las redes (quiero recordar, cual abuelita, el tiempo en que, terminada mi carrera, no encontraba ningún trabajo mejor que el de camarera, ahorré, compré un ordenador, lo conecté por módem y tres meses después me largué a conocer a la persona con la que me escribÃa).
Hoy, mucho más de lo que quisiera, vivo aquà dentro. Y aquà dentro aprendo, crezco, pienso en común con otros y otras. El Goteo es dinero, pero también es amor. Y mediante esa pequeña aportación pretendo que existan cosas que amar. Cosas que me hacen sentir bien. Cosas que me evaden de la melancolÃa a ratos.
Cada tarde paso al súper a buscar alguna última sustancia que me falta para la cena. Goteo unas monedas en la mano del senegalés que está en la puerta y pienso «¿estoy limpiando mi conciencia?». Claro. No podemos obviarlo. También permito que se mantenga, que sea, un dÃa más.
Ese goteo no me hace muy feliz, pero también devuelve: él está vivo.
Este otro, en cambio, se regenera solo en devoluciones, en permisos, en espacios de apertura y pensamiento. Permitir que exista un proyecto motivador, distribuido, polÃgamo, que me devuelva cierta fe en la cultura y en la palabra compartir. En este ámbito existen muchos proyectos y me gustarÃa contribuir a todos, pero no es posible.
Bookcamping nació acampando por streaming y Bookcamping puede existir mejor y con una ambición aún más generosa si hacemos una pequeña donación a sus arcas y/o contribuimos con aportes en horas, talento, creatividad.
A veces, lo sé, me vuelvo muy pedigüeña. De amor, de cariño, de atenciones, de retribución. Hola, escúchame, soy persona, no ceros y unos, hola…
Personarme en la asamblea y contribuir a un proyecto con lo poco que puedo dar sirve para a) diluir mi ego y b) facilitar otros procesos en los que sola, por separado, como unidad, no serÃa nada.
En los tiempos que sufrimos, o nos queremos entre todas o nos tiramos todas por el balcón. Por ahora me quedo con lo primero.
[…] Este otro, en cambio, se regenera solo en devoluciones, en permisos, en espacios de apertura y pensamiento. Permitir que exista un proyecto motivador, distribuido, polÃgamo, que me devuelva cierta fe en la cultura y en la palabra compartir. En este ámbito existen muchos proyectos y me gustarÃa contribuir a todos, pero no es posible. Bookcamping nació acampando por streaming y Bookcamping puede existir mejor y con una ambición aún más generosa si hacemos una pequeña donación a sus arcas y/o contribuimos con aportes en horas, talento, creatividad. Ese goteo no me hace muy feliz, pero también devuelve: él está vivo. A veces, lo sé, me vuelvo muy pedigüeña. Por qué gotear « « Carolink Fingers Carolink Fingers […]
De casta le viene a la galga… qué bonito texto niña 🙂