Abdeslam Omar

por Rubén Díaz

Abdeslam Omar es el Presidente de la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis (AFAPREDESA). Es un hombre sereno y agradable, y tiene los ojos tristes. Es un excepcional orador, pero sobre todo es un hombre comprometido con el drama que vive su pueblo, una realidad soterrada, silenciada, ocultada. Pero “una realidad que sufren a diario miles de saharauis en los territorios ocupados ilegalmente por Marruecos, un régimen que intenta exterminar a todo un pueblo mediante la represión, la opresión, el exilio, la humillación, la desolación, la marginalización, la injusticia…”, según la propia asociación.

Omar llegó a los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf en 1991, año en que se fundó la MINURSO. Esta misión de Naciones Unidas surgió para gestionar la propuesta de acuerdo entre Marruecos y el Frente Polisario. La situación era entonces de alto el fuego en beneficio de un referendo sobre la autodeterminación. Hoy, la población saharaui de los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf sigue esperando.

He tenido la fortuna de escuchar a este hombre sereno y agradable en dos ocasiones durante mi estancia en los campamentos. La primera vez fue en la sede de AFAPREDESA, en Rabuni (al suroeste de Argelia, muy cerca del campamento del 27 de febrero). La segunda, en la primera sesión de Tuizza, los encuentros de reflexión sobre prácticas artísticas y derechos humanos, que coordina Esther Regueira en ARTifariti 2010.

AFAPREDESA nace “como repuesta civil a la lamentable situación de los Derechos Humanos en los territorios ocupados del Sahara Occidental, las condiciones de indefensión de los desaparecidos, los presos, los torturados y la angustia que sufren sus familiares y demás seres queridos”. Un grupo de familiares dio los primeros pasos, trabajando en un listado de desaparecidos y liderando una primera gira de concienciación por Europa. Primeros pasos que se dieron gracias al apoyo de la Asociación Pro Derechos Humanos de España, que acogió el proyecto allá por el 20 de agosto de 1989.

Los objetivos de AFAPREDESA son básicamente cuatro: (1) “buscar por todos los medios posibles información sobre los desaparecidos”, (2) “denunciar la represión (que ejercen) las autoridades de ocupación extranjera (Marruecos) contra los ciudadanos saharauis”, (3) “asistir y orientar a los familiares ante los organismos humanitarios” y, por último, (4) “fomentar el espíritu de diálogo, tolerancia, respeto a los derechos humanos, convivencia y paz”.

Un ejemplo del trabajo de AFAPREDESA es el proyecto de Lxs desconocidxs, retratos de desaparecidos saharauis (descargar dossier del proyecto en PDF). Junto a la Asociación de Amistad con el Pueblo Saharaui de Sevilla, entidad que preside Fernando Peraita (también productor ejecutivo de ARTifariti), AFAPREDESA plantea con Lxs desconocidxs «visibilizar 
la 
grave
 situación 
de 
los 
Derechos 
Humanos 
en 
el 
conflicto 
del 
Sáhara, 
usando 
el 
arte
 como 
medio 
para 
iluminar 
lo
 desconocido»
.

La injusticia que vive el pueblo saharaui tanto en los territorios ocupados como en los campamentos de refugiados o la vergüenza del muro construido por Marruecos (algunas fuentes hablan de que el mantenimiento diario de sus más de tres mil kilómetros asciende hasta el millón de dólares) hacen comprensible la situación desesperada que anima a muchos mayores y jóvenes a volver a la idea de la lucha armada para «hacer ruido» y conseguir que su situación tenga hueco en la agenda de la comunidad internacional.

Sin embargo, proyectos como AFAPREDESA y personas como Abdeslam Omar defienden otra forma de hacer visible el conflicto para no volver a derramar sangre, ya sea saharaui, ya sea marroquí. Abdeslam Omar tiene los ojos tristes, pero su elocuencia nos recuerda que la dignidad de un pueblo es la libertad de un pueblo.

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