Me llega vía @abrelatas este vídeo sobre los altercados violentos de los mossos el pasado 27 de mayo en Acampada Barcelona.
http://vimeo.com/24386075A primera vista, me ha parecido brutal, luego me he detenido en uno de los comentarios (copio una parte, literal):
tengo que decirte que estoy ofendidísimo con tu video. Y te lo digo como persona que lleva 13 años dedicándose a los audiovisuales, como persona que estaba en la plaza, que lleva muchos años militando, y a la que has puesto en primer plano en tu video (sobra decir que sin mi permiso, pues jamás te lo hubiera dado). Tu video no es un video militante, ni reivindicativo, ni tan siquiera de protesta. Es sólo un estereotípico video-clip que busca la espectacularidad formal en detrimento del contenido. Sino, ¿Por qué crees que todos los comentarios que te hace la gente ensalzan la estética de tu video pero absolutamente nadie habla de la movilización popular? Peor aun, has hecho un video autopromocional. Tu no estás colaborando con la lucha, tú te estás aprovechando de la lucha de los demás para autopromocionar tu carrera audiovisual. Y esto es imperdonable. (… seguir leyendo)
Entonces me he acordado de esta frase de Sayak Valencia:
«El oficio kamikaze de hablar en códigos cuasi-idénticos a los del enemigo para intentar subvertirlos. El riesgo de caer presas de nuestro propio juego de espejos, la capacidad de adaptación y fagocitación de los discursos insumisos que tiene el capitalismo. La dificultad y la necesidad de discernir entre quienes quieren cambiar las cosas y quienes quieren sólo venderlas»
Y me he preguntado: ¿Existe una estética del «movimiento»? ¿Puede la «revolución» convertirse en un slogan publicitario? Al insertarse dentro de la estética marketiniana, ¿pierde fuerza la ética subversiva?
Precisamente ayer hablábamos Rubén, Felipe y yo que es currioso como el sistema deja fuera la fiesta (pensemos en la Ordenanza Cívica y la famosa ley del botellón). A fin de cuentas, pasarlo bien puede llegar a convertirse en una herramienta contestataria, de ahí el manido, y más que acertado, lema feminista «Si no puedo bailar no es mi revolución». En mi opinión, la crítica que señalaba más arriba está tratando de convertir el movimiento en algo oficialista donde no está permitido el goce. Y si es asi… que no cuenten conmigo.
Si no puedo bailar, no es mi revolución, pero si tengo que bailar con esto tampoco… El vídeo es efectista y maniqueo, yo veo más una copia simple de cierto tipo de lenguaje publicitario que ningún tipo de subversión de códigos.
El vídeo genera contradicción, porque propone el subidón del videoclip, genera shock, más que reflexión. Y hasta el gustito de la fascinación. Desrealiza un poco lo sucedido pero no creo en ningún momento que el chaval tenga otra intención que no sea la denucia. ¿No podemos usar el código del «enémigo» para crear nuestras propias ficciones? Yo lo veo un juego interesante.
Interesante, citas a Romain Gavras, y es que el video de la polémica esta basado en un anuncio para adidas de este.mismo realizador, ver en descripcion de vimeo.
Un videoclip puede ser subversivo, pero es un medio que siempre ha estado a medio camino entre la ‘publicidad’ y el ‘arte’ y creo que cuando se juega con ciertas cosas a veces es complicado juzgar si hay detrás algún tipo de reflexión o es puro artificio al servicio de. Yo me imagino que el vídeo en cuestión se hizo con una intención de denuncia, y creo en usar el código del «enemigo», pero en este caso concreto yo no veo reflejada mi revolución. Obviamente, todo el mundo es libre de decir lo que le dé la gana y de la manera que le dé la gana.
«¿Existe una estética del “movimiento”?
Muy buena pregunta, Sofía.
Yo diría que sí existe, pero no es una estética formal, no está en la superficie, está en los modos de producir cultura. Toqué el tema aquí (http://a-desk.org/spip/spip.php?article968), pero, resumiendo, creo que la estética de este movimiento es la estética de la cultura de la Red. Es un conjunto de modos de reapropiación, de generar relatos colectivos, de apropiarse y de tergiversar códigos establecidos, de, como diríais aquí en Zemos98, de remix cultural. (¿Cuántas consignas «clásicas», «de los 70» se han reciclado estas semanas en concentraciones y plazas? ¿Cuántas referencias a elementos de la cultura de masas podemos ver en un solo paseo por Sol o por cualquier otra acampada?).
Es una cultura peculiar, ya que los propios mecanismos de la Red permiten cortar, modificar, pegar fácilmente, y se pierde la noción de «fuente», o de «origen». En este sentido, esta estética se asemeja más a la de la cultura anterior a la Revolución Industrial. Tiene mucho de cultura oral, de folklore. Y no es de extrañar que entre en conflicto directo con unas maneras de entender la propiedad intelectual que son, precisamente, los de la época industrial fordista.
La clave de esto es que también obliga al autor a entender su obra como algo que «está suelto» en la sociedad. En un país imaginario en el que todo el mundo sabe cantar y bailar, evidentemente, un músico oirá versiones mejores y peores de sus canciones, y, es más, puede que «sus» versiones desaparezcan, y sólo exista una miríada de versiones y remezclas (como es el caso de Shakespeare, sin ir más lejos).
En este sentido, exigirle una responsabilidad total a cada individuo que recoja, remezcle, edite, manipule y produzca sus propias interpretaciones de todo lo relacionado con el #15M es tan ridículo como inútil. ¿Que este vídeo no «nos» representa? Ah, pues será porque estamos sentados esperando que alguien nos represente; deberíamos estar editando nuestros propios vídeos. ¿Que este vídeo no nos gusta? Ni que faltaran vídeos por la Red. ¿Que este trabajo está hecho para beneficiar al artista y no al «movimiento»? A ver, yo diría que estamos en este movimiento porque nos beneficia a todas. ¿Que este vídeo fracasa intentando subvertir los códigos del videoclip promocional y parece un spot más? Es posible, pero darle vueltas es perder el tiempo; tendríamos que estar buscando mejores maneras de reapropiarnos del lenguaje del poder. ¿Que es demasiado «estético»? Eh, vamos a ver, no hay forma de que saludarse, sentarse, y tomarse un café con alguien sin que haya algún elemento de artificio, de estética. El grado cero de comunicación del lenguaje no existe. Todos los periodistas, fotógrafos, videoartistas, fonógrafos, escritores y demás que han seguido y están relatando estos momentos lo hacen, cada cual, desde su propia visión estética.
¿Que qué me parece este vídeo en concreto? Pues la verdad es que no me ha gustado mucho, pero no por lo que se comenta más arriba o por lo que se ha debatido en Twitter. Creo que simplemente no me gusta la música de Justice. ¿Y?
Donde sí le veo un problema grave es en otra cosa, y eso sí afecta tanto a la estética del «movimiento» como a la política. El artista ha tenido el cuidado de citar las fuentes de su trabajo, pero, si os fijáis (http://vimeo.com/24386075) no ha usado una licencia de libre circulación de contenidos. En resumidas cuentas, ha espigado, pero no ha sembrado. No ha devuelto su trabajo a la comunidad a la que pertenece. Y esto es muy grave, porque todo lo que he descrito más arriba sólo es posible si todas tenemos acceso y permisos de edición sobre este código.
Y si no podemos hacer esto, entonces sí que ni baile, ni revolución, ni leches.
Y ya que hablamos de Gavras, otra cosa interesante es que el hijo de unos de los directores políticos más conocidos se dedique a hacer ‘política’ en formato videoclip y publicitario… ¿El signo de los tiempos?
Muy acertado iniciar este debate, Sofía. Este vídeo en concreto no me parece mucho más «esteta» que otros muchos que han documentado la #spanishrevolution, pero casi desde el principio me ha generado cierta contradicción la deriva que a menudo ha tomado el afán de todxs (me incluyo) por fotografiar y/o grabar lo ocurrido hacia una suerte de preciosismo visual, un quedarnos con la foto del «yo estuve allí». Eso sin contar con el rechazo que te produce ver a la gente fotografiando las acampadas como quien visita una reserva Sioux… Dos ejemplos: el remix «Con vuestros golpes hacemos ritmos» http://youtu.be/QmPL5GzkPjw; a mi no me acaba de convencer; si yo fuera la chica que es golpeada al principio imagino que no me haría mucha gracia. Está claro el objetivo de denuncia, y el título es lo más inteligente del vídeo, pero insisto, sin querer pecar de oficialista ni de mojigato, dudo. Y otro ejemplo de hace tiempo, cuando pensábamos que en España estas cosas no pasaban, es el vídeo «Riots are poetry» http://youtu.be/OLsPmfuZK3U un hermoso y emocionante ejercicio de manipulación audiovisual digno de ser analizado. Y, por supuesto, que si no nos dejan bailar, nada de revolución.
Leyendo el comentario de palsanz creo que quizás la base del desacuerdo viene de que yo no creo en la publicidad. Para mí la persuasión es algo malo desde cualquier punto de vista, el objetivo debería ser que los demás reflexionen y saquen sus propias conclusiones, no persuadir a nadie de nada. Si estás utilizando el poder persuasivo no estás subvirtiendo el lenguaje de la publicidad, simplemente estás convenciendo al público de que en lugar de aquello compre esto.
Descontextualizo dos frases del comentario: «Tu video no es un video militante, ni reivindicativo, ni tan siquiera de protesta.» «Y esto es imperdonable.» Democracia Real Ya?
Yo solo puedo decir
Nuclear si, por supuesto
y dejaros este video PRO WAR de intenciones invertidas
chaus!
Acostumbrado a editar vídeo y ver mashups, fanedits, videoclips, etc. a diario me doy cuenta de que mi actitud como consumidor audiovisual ha cambiado, de que mi mirada ha cambiado. Repienso lo que lo que estoy viendo en ese mismo instante, como acto involuntario, archivando en la cabeza sonidos, escenas o planos sampleables para más tarde. Y si me pasa a mi, un paleto de pueblo, ¿qué no le pasará a un realizador barcelonés que, además, tiene una cámara digital que graba en alta definición?
Material tan potente como el que ha salido fruto del intento de desalojo de la acampada de Barcelona no pasa desapercibido para quien disfrute montando vídeo. Son imágenes demasiado potentes por sí solas que automáticamente se convierten en brutos pidiendo a gritos ser revisados. En mi opinión, este vídeo es una respuesta a un impulso incontenible. Al margen quedan comentarios sobre si es correcto o no hacer algo así con imágenes tan calientes y controvertidas. ¿Y si hubiera pillado imágenes de las protestas en Grecia? ¿O vídeos de Libia? ¿Y si lo hubiera hecho con material de archivo, material rancio, como del ’68 o algo así?
Clip farming 24/7, una forma de ver que cambia la manera en la que cunsumimos y producimos massmierda a/v.
http://www.artfutura.org/v2/ <<< el vídeo en el portal de Art Futura, en la esquina inferior izquierda.
Nuestra contribución a la espectacularización de la revolución 🙂 Un viaje con estas alforjas: #spanishrevolution + Public Enemy + La Haine = catástrofe audiovisual http://www.voluble.net/spip.php?article51
[…] Rego en "¿MacRevolución?": «Si no puedo bailar, no es mi revolución. Pero si tengo que bailar con esto, tampoco. El vídeo […]
Sofía. Chapeaux.