Me ha llegado al correo electrónico este mensaje con el que estoy de acuerdo, ya que últimamente todo el mundo está capacitado para hablar de docencia, de su trabajo, de sus funciones y otros aspectos.
Lo coloco aquí como medio de reflexión.
«SI UN MÉDICO, UN ABOGADO O UN DENTISTA TUVIERA A TREINTA PERSONAS O MÁS EN SU CONSULTA A LA VEZ, TODAS CON DIFERENTES NECESIDADES Y ALGUNAS QUE NO QUIEREN ESTAR ALLÍ Y EL DOCTOR, ABOGADO O DENTISTA, SIN AYUDA, TUVIERA QUE TRATARLOS A TODOS CON EXCELENCIA PROFESIONAL DURANTE DIEZ MESES…, ENTONCES PODRÍAN TENER UNA IDEA DE LO QUE ES EL TRABAJO DEL DOCENTE EN EL AULA».
(Kathy A. Megyeri)
No es el ideal de reflexión, pero en cierto modo sirve.
Peralías estás diciendo… mmm si no somos Maestros no podemos decir nada? contra esa "patente de corso" he escrito y me gustaría leer vuestros comentarios en http://tr.im/endogamiaLo que plantea Bea está claro que es así. El trabajo que hacéis es admirable, las que sois buenas por supuesto… que sí. besos
Gracias a los dos por vuestros comentarios.Desde luego Loly llevas razón en lo que comentas, pero también es cierto lo que dice Pedro. Aunque estoy segura que Loly se refiere igual que yo a la gente que habla de educación sin conocerla "sentando cátedra" espero que entendáis esto que quiero decir y es a lo que me refiero al publicar esto en el blog.Existen muchas maneras de hablar de educación, y creo que Loly y yo hablamos de la misma manera.Saludos
Claro que sirve para reflexión, y lo mire por donde lo mire siempre llego a la misma conclusión: es un trabajo maravilloso en lo personal y esencial para la sociedad, pero para una educación de calidad es necesario bajar la ratio.
Ni el doctor, sin doctorado, ni el dentista, ni el abogado, ni ningún otro profesional que no sea de la educación, está capacitado para hablar de ella, otra cosa es que, aunque hable sin saber, la gente lo escuche… Tampoco esos profesionales tienen herramientas, conocimientos, pedagogía, didáctica… para tratar a esos personajillos y a la vez. Yo a estos comentarios no le doy pábulo, no merece la pena. Los MAESTROS sabemos mucho más que ellos de nuestra forma de enseñar y de tratar al alumnado y atendiendo a cada uno con lo suyo, que es lo difícil, pero lo hacemos. Un abrazo.