Estaba segura de que quedarÃa fascinada por el desierto. Los cielos inmensos, la arena interminable… sin embargo aún he quedado más impresionada por la mezcla de ese paisaje con una arquitectura medio derruida por el clima y la provisionalidad. Pero son quizá las «ruinas industriales» lo que verdaderamente han terminado por seducirme. Coches, camiones, tanques y demás maquinaria de guerra que ha quedado medio enterradas en la arena aportando un caracter distópico y atemporal.
Cada mañana al salir hacia la Escuela de cine, que es donde pasamos la mayor parte del tiempo los que hacemos talleres de comunicación, me encuentro con una serie de objetos que ya se han convertido en referencias para encontrar nuestro camino en el desierto. También es curioso ver cómo a veces la gente encuentra nuevos usos para esa chatarra (palabra que se dice igual que en español en hassania ya que no debieron de necesitarla antes). Como por ejemplo la llanta de una rueda que se utiliza para hacer meterle fuego y colocar la tetera para calentarla.
Sin embargo, estas ruinas que fui encontrando por el 27 de febrero no son nada comparado con lo que he podido visitar el Rabuni, capital administrativa de los campamentos de refugiados de Tindouf, esta mañana. La Base de recuperación de piezas de vehÃculos «Abderabu» es un auténtico Mad Max en medio del desierto. Allà se arreglan las averÃas y se desguaza todo aquello que no tiene arreglo, que es poco porque aquà todo puede servir para algo.
Entre las piezas desguazadas habÃa mucho material militar que, por lo que me contaba Tawalo, nuestro acompañante miembro de protocolo del gobierno, fueron incautadas al ejército marroquÃ. Al decÃrmelo puede percibir cierta satisfacción que le dio a la ya increÃble vista un aspecto de tesoro decadente cargado de leyendas de guerra.
Esta visita no sólo ha sido interesante por el lugar, también ha sido ocasión para volver a ver el magnÃfico funcionamiento de los campamentos. Para entrar en la base necesitábamos una carta del Ministerio de Cultura y una vez más se hizo patente la estricta organización del gobierno del Frente Polisario que en seguida llevó a cabo la gestión ya que no se dan las escepciones. Gracias a ellos podemos acceder a todas las instalaciones, hacer uso de los recursos, etc. Constantemente están facilitando las relaciones con el medio tan árido para que este proyecto sea posible.