Desde que el domingo de madrugada aterrizáramos en el aeropuerto de Tindouf (Argelia), los dÃas han venido cargados de mucha intensidad y actividades. Es común la percepción (entre los que participamos en ARTifariti en los campamentos) de que hayan pasado semanas más que unos pocos dÃas.
Dormir en el patio de la jaima de Halifa con el impresionante cielo estrellado sobre nosotros, conocer la Escuela de Cine del 27 de febrero y la Unión de Mujeres Saharauis, instalarme en la jaima de Tutu y su familia (incluido Mati, uno de los hijos de Tutu que trabaja en Mairena de Alcor y vive en El Viso, ahora de vacaciones en casa de su madre), la recepción de la Ministra de Cultura a los artistas de ARTifariti, las reuniones de coordinación con AbidÃn Bucharaya (representante del Frente Polisario en AndalucÃa) y la producción de los Encuentros, el paso por El Aaiún, la visita junto a Edi Escobar al campamento de Auserd para reunirnos con el director de la radio y planificar el taller sobre retratos orales o la impresionante reunión con Abdeslam Omar en AFAPREDESA (la Asociación de Familiares de Presos y Desaparecidos Saharauis), reunión que cerramos cantando «Más minas no», de Pilar Narbona (Pililli, de Moakara):
Va a ser difÃcil sacar tiempo suficiente para escribir estas crónicas. Sobre todo porque a partir del sábado estaré mañana y tarde en la radio de Auserd, desde donde esperamos emitir tres programas sobre ARTifariti de media hora de duración cada uno durante los próximos quince dÃas. Y cuando vuelves a tu jaima, experimentas el verdadero tiempo lento saharaui, una maravilla.