Voy a transgredir un rosario de reglas autoimpuestas en este blog, a saber:
– no hablar de mi vida personal
– no dejarme llevar por impulsos
– no improvisar posts estúpidos que la blogosfera ya está saturada de idiotas
– no publicar nada que no guarden dentro necesidad, libertad y osadÃa crÃtica
Pero Gepe, mi adorado Gepe, toca el martes 4 en Clamores, en Madrid. Quienes me quieran ver soltar el rÃo magdaleniense deben ir hasta allá. Una persona me ha dejado un comentario muy cariñoso en mi otro blog, en mi pobre y triste Cámara de las Maravillas: alguien va a escuchar a Gepe gracias al artÃculo publicado en Rock de Lux 256. En el otro lado del globo, se comenta dicho artÃculo, en un sitio chileno, y mi nombre resuena allá donde empezó mi historia de corazón roto. Gepe, ese músico infinito, que canta pa ti y pa mÃ, acaba de publicar este video de la canción Samoriseva. «Lo hiciste todo al tiro / y un espacio se perdió». Mañana entrevisto a Gepe, mi adorado Gepe, de nuevo, en la misma taberna donde lo conocà hace un mes. No he preparado la entrevista y me temo que todo va a ir mal. Mi vida se desintegra y no hay nada firme bajo mis pies. Me siento como la vaca del vÃdeo. No es para esto que tengo blog, pero qué coño.