Publicada en Go Magazine (noviembre 2007)
«El aliento del cielo»
Carson McCullers
Seix Barral
Capote, O’Connor… Ahora es el turno de McCullers. La narrativa breve, maltratada y desperdigada, de autores más conocidos por sus novelas, llega al cabo a nosotros. En este caso, aderezada por la asistencia (inteligente y comedida, con los datos y la emoción justos) de las notas de Rodrigo Fresán. “El aliento del cielo” pone en evidencia los motivos por los que McCullers ha de ser considerada, a expensas de otros brillantísimos narradores de su generación, la fundadora de una nueva sensibilidad, una muy moderna, poco radiante y nada sentimental(oide), a pesar de haberse dedicado enconadamente a la literatura de los sentimientos, los afectos y las complejas relaciones humanas. McCullers es una narradora de potente mano que, a través de estos relatos (confeccionados algunos con edades que harían sonrojar a cualquier aspirante a revelación literaria), elevó al “disminuido” emocional a la categoría de héroe literario: sus personajes, estrafalarios o no, tienen la papeleta de sortear situaciones idiotas, miserables o ridículas, con lo mejor de ellos mismos. En McCullers se expresa esa sensibilidad, que deja atrás el lugar común y el arreglo floral, donde ya no hay vuelta atrás en la consideración de todo ser humano como un ser literario digno; donde se halla la belleza en lo más mezquino; donde se gestionan, sin sonrojos ni vanos tapujos, las miserias humanas en sus múltiples variantes. Y, en el centro de todo, la prosa: esa prosa, por sí sola, debería bastar para hacernos mejores.