Viernes, ¿qué pasará hoy? Apareceran los niños de Córdoba ilesos, vivos, sin sufrir ningún daño; lloverá un maná suficiente que alimente a todos los que están muriendo en África; en España ni en ningún otro lugar del mundo morirá una mujer ni un niño, ni ningun otro ser inocente por malos tratos; los políticos pasarán a ser gente honrada y responsable, el Papa y todos los que hacen discursos vacíos y sin soluciones, escupirán ranas por la boca. La gente normal y sencilla que andamos por la calle nos sonreímos al mirarnos. Pero nadie está libre de culpa.
Lo anterior, se lo robo, sin pedirle permiso, a mi madre. Como ya le he robado varios años de su juventud y otras tantas cosas.
Esta tarde veíamos mis hijas y yo, juntas y por ahogo terminal, Cómo entrenar a tu dragón.
Al terminar me he pasado treinta minutos llorando.
Les he tenido que explicar que a veces las madres lloramos. Que no somos perfectas. Que ningún adulto es perfecto. Y que la peli era demasiado bonita para no llorársela.
La peli va de un niño torpe que cambia su mundo alrededor.
Vale. Ya hice un spoiler.
La peli va de gente que se olvida de lo que es, y que cree en lo que puede ser.