Señores fantasmas, señoras depresiones. Con la venia. Me desembarazo de costumbres, de sinos, de espasmos diarios; me desembarazo más y más cada dÃa, de rutinas, de silencios aprendidos, de mamarrachadas. Tanto soltar lastre, tanta honestidad. Debo de dirigirme a algún lugar, si mi psicoanalista lo dice… Pasó el tiempo de embarazarme. Me cago en las esquinas de la inactividad, éste es mi momento. Me cago en todas las ventanas abiertas, y si dejo ésta es porque el silencio total me volverÃa loca. La cagada es un manifiesto artÃstico nunca completado, como todo lo mÃo. No veo el tiempo de dedicarme a una sola tarea, pero el tiempo es tan elástico y traicionero como le dejemos ser. Sólo leo a los rusos. Sólo escucho indie latinoamericano: Gepe, Coiffeur, Lisandro Aristimuño, Javiera Mena, Altocamet, Lucrecia, Fungitonic and the lobers, Quiero Club… (dénse el trabajo de investigar). Cada dÃa al despertarme veo mis proyectos como un interminable vaso siempre a medio llenar; completarlo está en mi mano.