La Colina de Peralías
02.04.2021

«Uno para todos», una visión humana y realista de la educación

por Dolores Álvarez

“Uno para todos”, una visión humana y realista de la educación 

El título de la película tiene una gran similitud con el lema de los Tres mosqueteros ¡Uno para todos y todos para uno! y la verdad es que hubiera sido un buen título, aunque sí es verdad que hubiese sido un poco largo.

En el entorno de los premios Goya de este año 2021 se coló una película extraña, no por su manufactura, ni siquiera por artificiosidad, de esas hay algunas, la extrañeza está en la temática, a la que no nos tienen acostumbrados, describe una acción educativa real, sentida y vivida.

No nos referimos, por tanto, a la muy laureada película “Las niñas”, que no es una película de ámbito educativo, sino que es un relato intimista, diríamos que bastante exagerado, de una época pasada y que podía haber ocurrido en cualquier otro aspecto de la vida..

Lo hacemos de una sencilla historia basada en hechos reales que nos muestra a un maestro sustituto que llega a un grupo de alumnas y alumnos de 6º de Primaria. Una magistral interpretación de David Verdaguer, un actor catalán, desconocido para nosotros y que, en nuestra opinión debería haber sido reconocido como mejor actor en la gala de los Goyas, aunque solo fuera porque era la única nominación de la película, que como decimos no es para nada habitual en las pantallas españolas. La película fue premiada unas semanas antes, con el Premio Forqué en Cine y Educación en Valores. Sin duda se lo merecía. Nuestro más reconocido merecimiento desde estas líneas.

“Uno para todos” encarna, de manera muy creíble, la historia de un maestro interino que se tiene que enfrentar a una situación interesante, llegar a un colegio desconocido de una provincia desconocida, algo muy corriente, que todos los que conocemos cómo es nombrado el profesorado sustituto, no nos pilla de sorpresa. Además, aunque sea de manera sutil, introduce un elemento que sugiere una cierta conflictividad inicial, su lengua materna no es la del alumnado que va a tener a su cargo.

La entrada apresurada al centro (unos minutos antes de entrar el alumnado) y la recepción que le hace la directora, nos dan idea de que la historia tiene desde el primer momento vida y realidad reunidas en la narración. De buenas a primeras, el maestro tiene que gestionar de forma atolondrada el conocimiento de un grupo muy cohesionado, ya que están en sexto de primaria y juntos desde que llegaron al centro el primer día, solo hay un grupo de ese nivel.

La relación de Aleix, el maestro, con el grupo se observa desde la perspectiva de alguien que está de paso, que encuentra razones de peso para no irse del pueblo ni siquiera en las fiestas. Nos lleva el director de la película, David Ilundain, a través de un relato preciso, precioso y duro al mismo tiempo, a conocer las interacciones del grupo con el alumnado. Aquel interés inicial se va convirtiendo, por obra y gracia de un hecho inesperado, en un relato humano que el maestro debe abordar mucho más allá de lo que creía saber, al conocer que estará todo el curso con ellos.

Tener que hacer una labor de reintegración de un alumno que no asiste a clase por prescripción médica y que al mismo tiempo es un reto educativo de una dimensión muy superior a lo que se supone que tendría que abordar, le hace reaccionar de forma asertiva y, sobre todo, haciendo algo que sabemos que forma parte del acto educativo, conocer, acompañar, empatizar, pensar y promover procesos cooperativos para que lo que es un problema se convierta en la solución.

Se observa que la narración responde a un conocimiento por parte de los protagonistas de la película de que nos encontramos con una realidad que modifica nuestras mejores intenciones instructivas. Vemos en el transcurso de la narrativa cómo la educación deja de ser un proceso meramente técnico, para convertirse en proceso vital, auténtico y emocionante.

La propia situación de soledad del maestro que ha conseguido trasponer su historia personal, ante una historia colectiva y que ello incluso puede permitirle tener relación con el claustro del centro, más allá de lo que tenía previsto.

La historia que narra la película podría haber servido para un lucimiento actoral más allá de lo real, afortunadamente no cae en ese señuelo, muestra una visión cercana a problemas diarios de la escuela, donde la sociedad está presente de manera natural y donde una puesta en escena de aquellos elementos que están en la boca y en la pluma de mucha gente que solo busca el dolor y lo espectacular de las relaciones escolares en una localidad real y cotidiana.

Se trata con especial habilidad y delicadeza el tema de la inclusión, tanto en la vuelta al colegio de ese niño enfermo, como con el alumnado inmigrante que existe en el grupo y que es un fiel reflejo de la realidad de nuestras aulas.

Nos pone de manifiesto una situación de acoso que se llevaba produciendo desde años anteriores y en la cual está implicada la mayoría del alumnado de la clase. Hay un niño acosador y ninguno lo ha denunciado, ni en el colegio ni en sus familias, es más, se deja evidente cómo la tutora anterior no se ha dado cuenta de esa situación tan injusta que se daba en el grupo. Esta situación se gestiona con especial maestría, digna de los mejores expertos en la materia.

Se agradece, por inusual, que la película tenga una mirada en las películas que retratan la realidad escolar desde la cercanía, se nota que el director, como él mismo confiesa, admira la maravillosa película de José Luis Cuerda “La lengua de las mariposas” o algunas de las películas que nos ha facilitado el cine francés como “Profesor Lazhar” o “Hoy empieza todo”.

Por todo ello es muy recomendable el visionado de esta película y, sobre todo, la necesidad de abundar en la idea de que es bueno más aportaciones en este campo de la filmografía española; poner una mirada sincera y cercana al mundo educativo siempre será bueno para una sociedad que consume lo que se le da, sin más atribuciones que la superficialidad de las propuestas. El cine también debe educar al espectador y con esta película podemos aprender la sociedad en general.

Pensamos que esta película podría servir para el debate en los ámbitos de los últimos cursos de primaria, en las familias, en los claustros, en cualquier sector interesado en la mejora y transformación de la sociedad en la que vivimos.

José Antonio Jiménez y Dolores Álvarez

Os dejamos con el trailer para picar vuestra curiosidad:

 

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